Desde hace tres o cuatro años, los productores de caqui ya veníamos registrando un incremento de los costes de producción causado por la necesidad de aumentar los tratamientos para combatir la cada vez mayor incidencia de plagas (cotonet, mosca blanca…) en el cultivo. Una situación que se ha visto agravada por la subida de costes derivada del contexto actual de mercado, donde se han incrementado los precios de la energía (+200%), el transporte (+40%), los envases (+35%), fertilizantes (+100%), fitosanitarios (+25%), mano de obra (6%), etc., provocando un encarecimiento del proceso de producción y comercialización del caqui de nada más y nada menos que un 45% a nivel global, o lo que es lo mismo, entre 0,10 y 0,14 euros más por kilo de fruta en comparación con la campaña anterior. Un precio que, por supuesto, no se puede repercutir en el producto final, ya que, en este sector, los precios vienen definidos por la ley de la oferta y la demanda.
Además, el 80% del volumen de producción del caqui se distribuye a través de las grandes cadenas, que tienden a presionar los precios a la baja, reduciendo nuestros márgenes. Son nuestros clientes, pero a veces nos aprietan demasiado. Un hecho en el que la Asociación hace especial hincapié, sobre todo teniendo en cuenta que sus socios no somos solo comercializadores, sino también agricultores y, por tanto, somos los primeros interesados en obtener un buen precio en origen. En este sentido, creemos que el supermercado debe apoyar al productor en esta difícil situación.
Mientras tanto, nuestra estrategia de cara a la próxima campaña se basa en gestionar los protocolos con nuevos mercados de destino como Perú, cuya apertura se espera para el próximo mes de octubre, y Colombia. Además, intentamos administrar las compras de suministros de forma conjunta, como hacemos con los productos para postcosecha Agrofresh o los servicios de laboratorio. Sin embargo, aún nos queda mucho trabajo por hacer para estar más unidos, somos una asociación joven, de unos 10 años de trayectoria, y nuestro objetivo va en esa línea, trabajando también por la unión con otros operadores (Anecoop).
Ante la difícil situación, trabajamos la apertura de nuevos mercados de destino
Creo que, a pesar de que el caqui ha atravesado unos años difíciles por el exceso de oferta, aún hay futuro y está en nuestras manos, en la forma que intentemos regular la producción y defender el máximo precio en el mercado. Bajo esta premisa, tenemos prevista una reunión el próximo 7 de julio para abordar cómo trabajar en contrarrestar toda esta subida de costes de la mejor manera posible y seguir siendo un sector competitivo en los mercados.
De cara a la próxima campaña de caqui, se espera, de momento, algo menos de producción por cómo la climatología ha influido en una menor floración, y, a nivel comercial, indudablemente tendremos cerrados los mercados de Bielorrusia, Rusia y Ucrania, cuyo cierre no llegó a afectar apenas en la campaña anterior porque, cuando comenzó el conflicto, ya había transcurrido un 80% de la temporada.