La mayoría de las frutas más caras del planeta se cultivan en Japón. De hecho, por algunas de ellas se llegan a desembolsar toda una fortuna en algunas subastas, al menos las primeras de la temporada. El japonés considera la fruta un producto de lujo. Obsequiar con ellas es una muestra de respeto y poder adquisitivo, al ser un producto exclusivo y elegante. En el país nipón existe la costumbre de subastar en ocasiones las primeras frutas de las cosechas, llegando a alcanzar cifras que en Europa asombran por lo elevadas que son.
Melón Yubari
Encabeza el ranking de las frutas más caras el melón Yubari. Se produce en la isla Hokkaido, la segunda isla más grande de Japón. Es un híbrido de dos melones dulces. Puede alcanzar los 23.000 euros la pareja, aunque su precio suele oscilar entre los 11.000 y 13.000 euros. Comenzó a cultivarse en la década de los 60 en un suelo rico en ceniza volcánica con un sistema de riego muy complejo y secreto. En la actualidad, solo unos 150 agricultores lo cultivan. Se venden en parejas y sólo están al alcance de unos cuantos. La propia población local los conoce como los ‘Cadillac de Japón’.
Sandía Densuke
También de Japón. Cada sandía cuesta miles de dólares. No solo son dulces, son que tienen una fragancia especial. Pesan 10 kilos, tienen cáscara negra. La primera cosecha es todo un evento y se realizan subastas para conseguir una pieza. Su precio oscila entre los 4.000 y 6.000 dólares. Al igual que el melón Yubari, sólo se dan en la isla de Hokkaido. Tiene una cáscara gruesa y lisa, y un interior rosa muy jugoso.
Uvas Ruby Roman
Cada racimo contiene 30 uvas, ni una más ni una menos. Pero, además, cada una de ellas pesa, como mínimo, 20 gramos. El pasado verano se subastó el primer racimo de la temporada en 11.000 dólares. Son de una variedad muy dulce que se siembra desde 1994 en la isla de Honshu. Para poder ser calificadas como uvas ‘Ruby Roman’ debe contener al menos 18% de azúcar y tener un bajo nivel de acidez. Está considerada la uva de mesa más cara del mundo.
Mangos Taiyo No Tamago
Un par de estos mangos pueden a llegar a superar los 2.000 euros. En 2014 una pareja se llegó a vender por 300.000 yenes (2.127 euros) en un mercado mayorista, lo que supuso un récord en este tipo de las tradicionales subastas de este producto. Se conocen como ‘Huevo del sol’ en Japón. Cada uno pesa 350 gramos, tienen un sabor muy dulce y abundante jugo. Se cultivan en la prefectura japonesa de Miyazaki (suroeste del país). Esta variedad se selecciona con un criterio estricto en cuanto a peso (siempre más de 350 gramos) y a su alto nivel de azúcares, según la Federación Económica y Agrícola de Miyazaki.
Manzana Sekai-ichi
Cada una de ellas pesa un kilo. En Japón se conocen como «la número 1 del mundo», con un precio de 22 euros por unidad. Está considerada una de las variedades más grandes de manzanas, con una circunferencia media de entre 30 y 45 centímetros. Se cultivan desde 1974. Son de color rosa pálido a rojo con rayas rojas. La variedad proviene de un cruce entre las variedades red Delicious y Golden Delicious.
Mandarina Dekopon
Es una variedad de mandarina dulce sin semillas. Se trata de una variedad híbrida entre Kiyomi y Ponkan (Nakano n.º 3). Dekopon es una marca. Su tamaño es grande y presenta una gran protuberancia en la parte superior de la fruta. Seis cítricos Dekopon en una caja cuestan 80 dólares. Se cultiva generalmente en invernaderos grandes para garantizar una temperatura constante, y se cosechan de diciembre a febrero (invierno en Japón). Se cultiva también en Brasil, Corea del Sur y los Estados Unidos.
Fresa Sembikiya Queen
Se venden por docenas. Alcanzan un precio de 85 dólares cada caja. Lo que las hace especiales es que todas están perfectamente formadas. Son de color rojo vivo y tienen unas hojas verdes oscuras. Las semillas son de color blanco.
Fuente: diariosur.es