Pero es en el exterior donde tiene puesto el foco de su plan estratégico Primaflor. “Tenemos una política de ir poco a poco, pero queremos llegar a los 200 millones de facturación antes de 2020”, anuncia el directivo de la compañía que da trabajo a unas 2.000 personas. “Si vemos opciones incluso nos plantearemos hacer alguna otra compra”, añade. El pasado año la empresa obtuvo 6,7 millones en beneficios, multiplicando por cinco su resultado del ejercicio anterior.
Interés por parte de fondos
En este contexto de tendencia al auge de la empresa desde hace ya unos años, Peregrín reconoce que ha habido fondos que se han interesado por entrar en el accionariado de la compañía, compuesta actualmente por una terna de familias. “Han venido de Asia y de países árabes a interesarse por nosotros, pero por ahora no nos lo planteamos, tenemos una buena situación financiera y preferimos ir a nuestro ritmo”, señala el responsable del grupo almeriense.
El grupo controla la cadena de producción, desde la semilla hasta el envasado y la comercialización. Prácticamente todas las tierras de cultivo que posee se encuentran en Andalucía, aunque a diferentes altitudes. “Así podemos aprovechar más parte del año para producir”, explica Peregrín. Pero también han hecho adquisiciones en León, donde ya han comenzado a producir. También tiene tierras en Albacete.
Lo que empezó como una empresa dedicada casi en exclusiva a las lechugas iceberg en los años ochenta, hoy es un grupo con un portafolio más amplio. En España, buena parte de su trabajo se destina a las ensaladas preparadas para vender en supermercados. Pero también tiene salsas, gazpacho o incluso zumos. “Lo último en lo que trabajamos es en las ensaladas de frutas”, asegura Peregrín. “En Reino Unido se demandan mucho, pese a que aquí no son tan comunes”, afirma.
“Viajamos mucho por el mundo: China, EE UU, Europa… Vemos las tendencias de consumo en los distintos mercados”, señala el director corporativo del grupo. “Mucha parte de nuestras inversiones van a la investigación y la innovación, cada año probamos 300 especies distintas”, asegura Peregrín quien añade que suelen hacerlo en colaboración con las necesidades de sus clientes. “Lo que queremos es diversificar producto para adaptarnos a los gustos y seguir creciendo”.
Fuente: Cinco Dias