Sorma Group participa hasta mañana jueves en Fruit Logistica, donde está recibiendo la visita de clientes, profesionales y periodistas en un stand cargado de novedades, empezando por el envasado, donde varios modelos nuevos destacan por la atención que prestan a la sostenibilidad, con la revolucionaria Sormapaper Vertbag en primera fila, que junto con otros dos formatos nuevos enriquece la línea sin plástico Sormapaper; pasando al ámbito de la maquinaria, la nueva pesadora WD4-S ha despertado gran interés entre los clientes; por último, está la apertura de tres plantas nuevas en propiedad, una en EE. UU. y las otras dos en Italia.
“En Sorma trabajamos constantemente en la investigación y el desarrollo de nuevos productos y nuevas soluciones con el fin de completar nuestra oferta —explica Mario Mercadini, director de Marketing de Sorma Group—, todas las decisiones que tomamos están orientadas a promover la coexistencia de la eficiencia y la sostenibilidad”.
En efecto, está libre de plástico la última evolución de la imperecedera Vertbag, la bolsa stand-up que ofrece gran visibilidad y transpirabilidad, y que ha revolucionado la forma de presentar los productos hortofrutícolas. La nueva Sormapaper Vertbag reúne todas las ventajas del modelo original —amplia superficie de impresión, ligereza, resistencia y transpirabilidad— y las combina con materias primas procedentes de fuentes renovables y con la posibilidad de desechar correctamente el envase entero.
Realizada con una malla tubular de celulosa y una amplia tira personalizable de papel, la bolsa Sormapaper Vertbag se imprime sin utilizar disolventes, dando preferencia a colores termoadhesivos a base de agua. Cuenta con la certificación FSC, la marca de la gestión forestal responsable. Este nuevo envase de papel es compatible con la envasadora Sorma CBR-170, la misma que se utiliza para fabricar las bolsas Vertbag clásicas, y está disponible en dos versiones levemente diferentes por lo que respecta al ancho de la tira: la Sorma Papervertbag, que es más ancha y puede contener hasta dos kilogramos de producto, y la Sormapack, más estrecha y recomendada para bolsas de medio kilo.
Otros dos modelos nuevos de la línea Sormapaper, la gama de soluciones para productos hortofrutícolas 100 % de papel certificado por FSC y completamente reciclables, enriquecen la propuesta plastic-free de Sorma Group: las mallas de celulosa con etiqueta de papel FSC y las cestas enmalladas, es decir, cestas de papel cerradas con una malla de celulosa, igualmente con etiquetado de papel FSC. Todos los envases que forman la línea son compatibles con las máquinas de envasado de Sorma y de otros fabricantes.
Realizadas en varios formatos diferentes y diseñadas para responder a las distintas necesidades de los envasadores, pueden utilizarse para el envasado de todos los productos hortofrutícolas: el modelo más grande contiene hasta 2 kg de producto.
“En nuestra opinión, no debemos orientarnos solo hacia la creación de productos ecológicos, sino que también debemos proponer soluciones concretas y prácticas —añade Mercadini—. Esto es, fáciles de eliminar para el consumidor, adecuadas para diferentes tipos de productos, compatibles con las máquinas de propiedad de los envasadores y con las mismas características de solidez y durabilidad, para evitar el derroche de alimentos”.
Al balance positivo de la feria también contribuye la pesadora WD4-S, presentada en el evento berlinés tras su lanzamiento en Macfrut 2021.
Efectivamente, esta máquina ha tenido muy buena acogida entre los operadores del sector, quienes han reconocido sus prestaciones excelentes, como demuestran las cuarenta y cinco unidades vendidas en los meses posteriores a su debut en el mercado.
La WD4-S, además de ser compacta (se puede instalar en cualquier almacén) y también eficiente (puede alimentar hasta cuatro envasadoras), está equipada para responder a las exigencias de la industria 4.0: su gran nivel tecnológico ofrece una precisión enorme al pesar fruta —especialmente cítricos, kiwis y aguacates— incluso a mayores velocidades o cuando varía el tamaño. La máquina, que puede pesar hasta setenta envases por minuto, mantiene un rendimiento igualmente elevado tanto con productos grandes como de tamaño pequeño (de 40 a 110 mm) gracias a un sistema autoadaptativo de reconocimiento del calibre.
Un sistema adicional de fotocélulas señala, en segundo lugar, si algún fruto se sale de una de las ciento ocho tazas individuales, y fuerza la parada de la máquina para evitar que se dañen los ejes y las células de pesaje, aumentando de este modo la seguridad de la elaboración.
Para frutos especialmente delicados, el software cuenta con un programa de elaboración específico, diseñado para tratar los productos de forma aún más cuidadosa. Para terminar, al igual que las últimas máquinas lanzadas al mercado por el grupo Sorma, el panel de control de la WD4-S es de pantalla táctil: sencillo, intuitivo y de fácil uso para los operadores.
“El mercado presenta una tendencia ciertamente al alza en el ámbito de la automatización, cosa que se debe a varios factores —comenta Mario Mercadini—. El coste de la mano de obra está aumentando y el mercado exige estándares cada vez más altos en términos de precisión. Además, también aumentan los incentivos gubernamentales para invertir en la automatización. Todo esto favorece la transición de las empresas hacia los principios de la industria 4.0., y en Sorma creemos firmemente en la importancia de dar este paso”.
Los avances de Sorma no se limitan solo a las conquistas en el campo de la innovación, sino que también incluyen los hitos que ha alcanzado el Grupo en su conjunto, ya que continúa creciendo e invirtiendo en los distintos segmentos en los que opera. Sorma USA ha comprado un almacén nuevo en California de 10 000 m² (que forma parte de una finca de 50 000 m²), en el que actualmente trabajan treinta y ocho personas a jornada completa. En el centro de producción se llevan a cabo los procesos verticalizados de impresión para los envases flexibles por medio de los equipos presentes: estaciones de montaje de los clichés, una impresora flexográfica KBA, dos acopladoras NordMeccanica y tres cortadoras. Además, ofrecen servicios posventa gracias a los cuatro técnicos que proporcionan asistencia a los clientes, confiando en el amplio inventario de piezas de recambio y materiales personalizados para el envasado. La ampliación de las instalaciones de su propiedad también atañe a Italia, con el centro de Corigliano Calabro, en Calabria, y el de Scordia, en Sicilia. Las instalaciones ubicadas en Calabria tienen una superficie de 1000 m² con capacidad para almacenar grandes cantidades de tiras impresas, mallas y piezas de recambio para las máquinas. Este centro lo gestiona un equipo eficiente y cualificado, formado por un responsable comercial, un responsable técnico y cuatro técnicos especializados. Las instalaciones sicilianas, que también son 100 % de propiedad del Grupo, se hallan en una finca de 14 500 m², con 3000 m² bajo techo. También aquí hay un equipo bien surtido, formado por tres comerciales, dos encargados del almacén, siete técnicos y un encargado de las entregas.
“La pandemia por covid-19 también ha cambiado el flujo del mercado en nuestro sector, y ha creado varios desafíos que debemos resolver —concluye Mario Mercadini—. Nuestro compromiso cotidiano es garantizar que los productos hortofrutícolas lleguen a la mesa de todas las personas. Por eso hemos cambiado nuestra forma de trabajar: hemos aumentado los stocks y hemos invertido en el desarrollo de nuevas tecnologías, nuevos productos, nuevos espacios, sin perder de vista en ningún momento el impacto ambiental”.