Cuando la campaña agrícola llega a su fin, la desinfección de suelos es una práctica esencial para recuperar suelos agotados, controlar enfermedades y plagas y promover una agricultura más sostenible y productiva. Una buena gestión en este sentido puede ayudar al agricultor a prevenir enfermedades, favorecer el crecimiento de cultivos sanos y vigorosos, reducir costes, minimizar el impacto ambiental y producir nuevos frutos de manera eficiente.
“Un tratamiento adecuado en el suelo favorece un buen inicio de cultivo y reduce posibles problemas causados por plagas y enfermedades a lo largo de la siguiente campaña”, apunta Ángel Ruiz Serna, gerente de Ecoculture Biosciences, especialista en estrés vegetal y firme aliada de la agricultura sostenible, que cuenta con una tecnología eficaz a la hora de combatir los efectos negativos que se producen en los cultivos a causa de situaciones de estrés biótico y abiótico.
Una de estas herramientas es Slick, un humectante que mejora la retención del agua y mantiene los gases de desinfección en solución durante más tiempo y evita que estos se escapen con rapidez a la atmósfera, hecho que provoca una disminución de la eficacia de los fumigantes. El uso de esta tecnología de Ecoculture ha conseguido mejorar la eficacia de los tratamientos de desinfección en un 30%, manteniendo el agua en el suelo durante un mayor periodo de tiempo. Se trata de una herramienta que se puede aplicar en todo tipo de suelos y sustratos artificiales.
Ensayos realizados por Ecoculture han demostrado que la aplicación de esta herramienta en la preparación del terreno de 2 a 3 l/ha en sistemas de riego por goteo, entre siete y cuatro días antes de la aplicación de los productos fumigantes y aportando agua hasta que el suelo alcance la capacidad de campo, ayuda a conseguir esta mejora en los tratamientos de desinfección entre un 20% y un 30%. Incluso, de ser necesario, se puede repetir la aplicación, a una dosis de 1 l/ha, después de 20 días, siendo conveniente sellar bien el terreno con film plástico.