Elena Caro lleva más de 15 años dedicada al sector agrícola, primero como estudiante en prácticas y, en el último año y tres meses, como responsable comercial para Andalucía de Tradecorp. Hasta llegar a este último puesto, ha pasado por distintas etapas laborales y empresas, desde cooperativas a casas de semillas. Y es que, “desde que terminé mis estudios con 23 años, nunca he dejado de trabajar y, cuando he cambiado de empleo, ha sido por decisión propia”, nos cuenta.
Actualmente, y aunque le gustaría pasar más tiempo en el campo, lo cierto es que apenas puede salir de su oficina, ya que la zona bajo su responsabilidad es muy amplia y sus distribuidores, muchos. Sin embargo, eso no impide que, en ocasiones, haga alguna excepción. “Ahora, en campaña, suelo visitar a nuestros clientes finales, tanto agricultores como cooperativas y, además, si algún distribuidor me pide apoyo técnico en campo, siempre encuentro tiempo”, nos explica.
A lo largo de todos estos años vinculada al sector hortofrutícola, Elena Caro reconoce que jamás se ha encontrado con ninguna dificultad a la que no hayan tenido que hacer frente sus compañeros masculinos. Es más, “me respetan muchísimo y, en muchas ocasiones, hasta me han hecho más fácil el trabajo”.
Su experiencia le dice que, en este sector, hombres y mujeres tienen mucho que aportar y que, al final, la organización, disciplina y profesionalidad no es cuestión de géneros, sino de personas.