La producción de albaricoque disminuirá un 65% en Castilla-La Mancha
El temporal de lluvias de los últimos 15 días ha tenido unas consecuencias muy negativas para las producciones de albaricoque que estaban en recolección o a punto de recogerse.
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Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ha realizado una estimación de la cosecha 2023 de albaricoque en la región y, tras consultar con las cooperativas del sector, ha determinado que la cifra de producción descenderá un 65% con respecto al anterior año.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias, el portavoz sectorial de Fruta de Hueso, José Carlos Blázquez, apunta que las lluvias persistentes de los últimos 15 días han tendido “unas consecuencias nefastas para las producciones de albaricoque que estaban en recolección o a punto de recogerse, ocasionando problemas de rajado, viruela, imposibilidad de paso a las parcelas, caída de fruta, etc.” En el caso del albaricoque se estima que se ha perdido aproximadamente el 65% de la cosecha prevista inicialmente.
Tras este episodio de lluvias persistentes, Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha considera que la estimación de la cosecha 2023 de frutas de hueso (melocotón, paraguayo, pavía, nectarina, albaricoque y ciruela) en la región y, tras consultar con las cooperativas del sector, será un 26% superior con respecto al anterior año.
Según las previsiones, casi todas las frutas de hueso incrementan su producción respecto a la pasada campaña, a excepción del albaricoque, que debido al descenso tan considerable de producción, por las lluvias de los últimos días, será todavía más baja que la ya corta cosecha de 2022.
Una previsión de campaña de albaricoque “mala”, según ha valorado el portavoz sectorial de Fruta de Hueso, que se suma también a los “malos datos” de la campaña anterior “por las importantes heladas que sufrimos a principios de abril de 2022”.
Respecto al comportamiento de los mercados, desde Cooperativas Agro-alimentarias manifiestan su confianza en que la salida de la fruta se produzca de manera fluida y con cotizaciones equilibradas que permitan compensar los incrementos de costes de producción (inputs, mano de obra) soportados por los agricultores y sus cooperativas, disparados especialmente por la guerra en Ucrania. El sector espera, además, que la climatología en los principales focos de consumo en Europa alcance pronto y sostenidamente temperaturas estivales, favorables al consumo de fruta de verano.