La inflación sitúa al agricultor como un elemento “intervenible” por el bien común
Los economistas Daniel Lacalle y Juan Carlos Pérez Mesa analizan la coyuntura económica actual y su afectación al sector hortofrutícola de Almería en una jornada organizada por COEXPHAL, con la colaboración de la Agencia Acolor y Aenverde, la revista del agricultor.
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El Doctor en Economía, Daniel Lacalle, y el Catedrático de Economía de la Universidad de Almería, Juan Carlos Pérez Mesa, han desgranado esta mañana en el Restaurante El Edén, en El Ejido, la situación económica actual y las previsibles consecuencias que está teniendo en un sector como el hortofrutícola y la presente campaña.
Los dos economistas coinciden en que el ambiente de inflación es un factor a tener en cuenta a la hora de las producciones agroalimentarias, ya que sitúa al empresario agrario o al agricultor como un elemento “intervenible” de cara al bien común.
Juan Carlos Pérez Mesa enumeró una serie de problemas que complican el día a día de agricultores y empresas: La posibilidad de crisis económica, la inflación, el aumento de tipos, las migraciones ilegales, la sequía, las nuevas tipologías de cadenas de suministro, y como no, la guerra de Ucrania como detonante, son variables que nos están complicando la gestión del día a día. Para ello, “en cualquier caso, se nos impone una nueva manera de pensar, una forma mucho más estratégica”.
Para Pérez Mesa, lo que sucede es que “los incentivos lo son todo: muchos agricultores se pensarán dos veces mantener la actividad si el riesgo asumido no compensa, aunque esta situación no se aprecia todavía en el sector hortícola”.
Sí está ocurriendo en otros sectores agroalimentarios, como en el sector vacuno de leche cuyo número de explotaciones ha caído un 12% en dos años, o el caso del sector avícola. En ambos casos se ha sufrido un alza de precios en los supermercados por una carencia de oferta.
De ahí que “cualquier política que intente limitar precios tendrán efectos indirectos sobre la renta del agricultor, llegando incluso a desincentivar la producción, acelerando las subidas de precios, es decir, el efecto contrario que se persigue”, ha sentenciado el catedrático de la UAL.
Por su parte, Daniel Lacalle, también ha incidido en el aspecto de la inflación, “que afectará a agricultores y empresas, aunque se ralentice o descienda, ya que aunque la inflación se haya moderado, los precios no bajan, sólo se aminora el ritmo de subida”.
El otro factor negativo que apuntó Lacalle es la financiación. “Ya hemos visto como el Banco Central Europeo y los bancos nacionales han mostrado que el acceso a la financiación cada vez es más complicado.
Según Lacalle, por el contrario, ahora mismo las exportaciones tienen futuro por el aumento de la demanda. Para el economista el sector hortofrutícola cuenta con dos ventajas principales que pueden hacer frente a los aspectos negativos: un producto que se demanda cada vez más en todo el mundo y el hecho de ser un sector con un balance muy saneado.