Incertidumbre y flexibilidad
En el sector del consumo, especialmente en frutas y hortalizas, es difícil prever lo que sucederá más allá de un horizonte de 3 a 5 años. La incertidumbre y las crisis recurrentes han hecho que la capacidad de adaptación sea esencial para las empresas. Tras la pandemia de la Covid-19, observé cómo se produjo un impulso significativo en el comercio de proximidad, con supermercados de barrio ganando terreno debido a la mayor frecuencia de compra, aunque con un menor ticket promedio. Sin embargo, mi percepción es que estamos volviendo al modelo de supermercados de mediano a gran tamaño, donde la eficiencia en la cadena de suministro y la seguridad en el abastecimiento se han vuelto primordiales. Aquellas empresas productoras que puedan ofrecer fiabilidad y capacidad de respuesta ante posibles crisis estarán en una mejor posición.
«La tienda física podría incluso desaparecer en un futuro,
dando paso a una experiencia de compra completamente virtual»
Uno de los mayores retos que identifico actualmente es la integración entre tiendas físicas y plataformas online. Estamos en un momento clave para ajustar la convivencia entre generaciones que aún valoran el contacto visual con el producto y el trato cercano en tienda, y aquellas más jóvenes, que prefieren la tecnología y la inmediatez. Esta coexistencia ha llevado a los supermercados a ofrecer una amplia gama de opciones, incluyendo productos frescos y preparados, todo desde un mismo punto de venta. No creo que la compra online de frutas y hortalizas llegue a sustituir por completo a la compra física, aunque sí espero que la venta online de productos preparados y comidas siga creciendo, mientras que la compra física podría disminuir de forma gradual.
DATOS APLICADOS A PERSONAS
La personalización de la experiencia de compra, impulsada por el análisis de datos y la Inteligencia Artificial, también se presenta como un camino inevitable para la fidelización de clientes. Sin embargo, creo que la personalización no debe basarse únicamente en el análisis numérico de las preferencias de compra. Factores como el trato del personal, la presentación del producto y la calidad de la información ofrecida son igualmente importantes. Me sorprende que algunos supermercados aún no otorguen suficiente importancia al análisis de las sugerencias y reclamaciones de sus clientes, a pesar de que estos datos directos ayudan a entender mejor a su mayor activo: los consumidores.
La tecnología jugará un papel crucial en el supermercado del futuro, transformando tanto la experiencia de compra como la toma de decisiones. En los próximos años, es probable que la automatización reduzca la necesidad de personal en las tiendas, con pagos que se realizarán automáticamente al salir, sin necesidad de escanear los productos. Además, no descarto que veamos la automatización en la preparación y envasado de frutas y hortalizas, adaptando los formatos a las necesidades de los consumidores. También imagino que la Inteligencia Artificial desempeñará un papel importante en la sugerencia de compras, basándose en la información de nuestros frigoríficos y ayudándonos a optimizar nuestras dietas.
A pesar de los avances tecnológicos y los cambios en el comportamiento del consumidor, el presente del consumo de frutas y hortalizas es motivo de preocupación. Creo que moderar los precios y apostar por la innovación en productos pueden ser claves para mejorar la situación. Además, identifico una gran oportunidad en el creciente mercado de comida preparada, donde las frutas y hortalizas pueden tener un papel cada vez más relevante.
IMAGINANDO EL FUTURO
En cuanto a la tienda del futuro, imagino una realidad más automatizada, con menos personal y una creciente integración entre la salud y la alimentación. La logística, la planificación de la producción y la demanda serán pilares fundamentales, apoyados por avances tecnológicos como el cultivo con luz artificial, la robótica y la genética, asegurando una calidad excelente y una estrecha vinculación entre salud y alimentación. En este escenario futurista, la tienda física podría incluso desaparecer, dando paso a una experiencia de compra completamente virtual, gestionada desde casa a través de tecnologías inmersivas y asistentes de Inteligencia Artificial.
CLAVES DE FUTURO
• La personalización no debe basarse únicamente en el análisis numérico de las preferencias de compra.
• En los próximos años, es probable que la automatización reduzca la necesidad de personal en las tiendas.
• No descarto la automatización en la preparación y envasado de frutas y hortalizas, adaptando los formatos a las necesidades de los consumidores.
• Identifico una gran oportunidad en el creciente mercado de comida preparada, donde las frutas y hortalizas pueden tener un papel cada vez más relevante.
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