La felicidad para el productor de limón
José Antonio García - Director de AILIMPO.
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Seguro que este titular sorprende y llama la atención.
La base del negocio de exportación y procesado del limón está en el campo. Sin limonero, no hay limones, y sin agricultor no hay limoneros. Así que podemos dar las vueltas que queramos, pero es importante que el productor sea feliz, porque de su felicidad nace la materia prima que permite construir una actividad económica que genera valor añadido en cada fase: cultivo, recolección, transporte, confección, procesado… dando empleo directo en España a más de 20.000 personas.
Un agricultor de limón es feliz cuando gana dinero, cuando su trabajo es valorado y respetado, y cuando logra la satisfacción al dedicar esfuerzo a mejorar la calidad y ser más eficiente. No olvidemos que el agricultor es sobre todo un empresario que invierte recursos, asume riesgos y toma decisiones sobre la estrategia de cultivo de esa campaña (abonado, riego, tratamientos…), sobre el momento y a quién vende la fruta, o sobre la correcta variedad y portainjerto de los nuevos limoneros que planta…
Su felicidad será el resultado de si acierta o no en las decisiones que tome. Pero en realidad no se trata de un juego de azar, se trata de tomar las decisiones correctas en cada momento. Y por esa razón es clave disponer de la información adecuada, y es ahí donde el agricultor tiene un socio clave: la interprofesional, una entidad independiente que representa y trabaja por y para el sector, donde el único interés es que el negocio del limón funcione.
AILIMPO es un socio estratégico para el sector, también para los productores a los que facilita información estratégica, objetiva, independiente y contrastada. Dicho esto, una mala noticia: la felicidad para todos no existe, la felicidad hay que trabajarla, no exigirla. Solo los agricultores más hábiles, los más audaces, los que aprovechen la buena información, los que usen las herramientas que ofrece la interprofesional AILIMPO, los que renuncien a la especulación… podrán ser felices.
Vienen tiempos convulsos y difíciles en el sector de limón, los aumentos de producción en todo el mundo fruto de las nuevas plantaciones son una realidad. La felicidad del productor de limón estará íntimamente conectada con la eficiencia en reducir costes, con la mejora de la calidad reduciendo el destrío, con la certificación GlobalGAP y Grasp, con la habilidad para buscar y encontrar un socio comercial (cooperativa o exportador), con la visión a medio y largo plazo… Ser feliz está en manos de cada uno.