Estamos viendo una tendencia alarmante, respecto a frutas en España el consumo ha disminuido un 25% en la última década. Esta tendencia a la baja comenzó hace varios años. Con la excepción del aumento durante 2020, el año de la pandemia, el consumo de hortalizas frescas en los hogares también ha venido disminuyendo de forma paulatina.
La inflación es uno de los factores principales que están frenando el consumo de frutas y hortalizas. El aumento generalizado de precios reduce el poder adquisitivo de los consumidores, sin embargo, existen otros igual de trascendentes como el cambio en los hábitos de consumo. La pandemia, el incremento del teletrabajo y el menor acceso a mercados y tiendas físicas, han alterado las rutinas alimenticias. Existe en España una falta de educación nutricional, como apunta cada año el Informe del Consumo de Alimentación en España del Ministerio de Agricultura, las escasas campañas educativas insuficientes no logran cambiar esta tendencia.
Nos sentamos con varios perfiles clave del sector, que por su cercanía al consumidor y su conocimiento del comportamiento del mercado tienen autoridad para analizar y proponer estrategias para recuperar el consumo. Un problema de fondo, que el sector debe abordar en conjunto y tomar ejemplos como LOVE KLABAZA, quienes han conseguido aumentar el consumo de calabaza en 3 años un 20%.