Dejadez administrativa
La inacción de las administraciones evidencia el poco valor que otorgan al sector de los tropicales, del que no solo se benefician los agricultores -que también-, sino la economía, en general, de la zona, gracias a la creación de empleo directo e indirecto. El problema no es otro que la escasez de agua y la mala gestión de la poca disponible, de modo que esta falta de recursos hídricos va a frenar la evolución del aguacate malagueño.
Es cierto que, en los últimos años, se ha plantado más superficie, pero dudo de que el porcentaje plantado por encima de la cota 140 sea muy elevado. A partir de ahí, no se puede regar con agua del embalse de La Viñuela y, si hay quien ha plantado por debajo de esa cota, cumple con la legalidad.
Producciones sostenibles
Tratamos de hacer un uso más eficiente del agua en nuestras fincas, donde contamos con balsas y canalizaciones para la recogida del agua de lluvia.
Este año comercializaremos unos 20 millones de kilos de aguacate y, en mango, esperamos que se mantengan el volumen y los precios. El clima, hasta ahora, está acompañando.
“En 2022, pondremos en marcha una planta de V Gama”
Nuevas zonas de producción
Las hectáreas de cultivo están aumentando en zonas como Cádiz y Huelva, lo que supone un acicate para el sector, ya que nos permite incrementar nuestra capacidad exportadora y continuar haciendo de la cercanía a Europa nuestra ventaja competitiva.
El oro verde
La demanda de aguacate crece cada año y así va a continuar. Ya se ha convertido en un asiduo de la cesta de la compra, gracias a su popularización entre los consumidores, que lo han incorporado a su dieta en distintos momentos de consumo y diferentes formas.
En Axarfruit, para llegar a distintos mercados, seguimos apostando por el bio y el convencional. Además, en 2022, abriremos una nueva línea de negocio con la puesta en marcha de una planta de V Gama.