La grave situación que está atravesando la cuenca del Guadalquivir por culpa de una pluviometría por debajo de la media es los últimos tres años, que se suma a una coyuntura excepcional por la pandemia y a una baja rentabilidad marcada por los bajos precios, trae de cabeza a los agricultores de la provincia de Córdoba.
La falta de lluvia y una dotación de riego mínima, que además llega a cuentagotas, está provocando una situación de gran incertidumbre entre los profesionales del sector, que se han visto obligados a reducir la siembra de cultivos de regadío o, en algunos casos, han apostado por nuevos cultivos que necesiten menos riego, como la quinoa, pero que conllevan un alto riesgo para el bolsillo de los agricultores, ya de por sí muy castigados por los precios volátiles de un mercado desregularizado.
Por ello, la secretaria provincial de COAG Córdoba, Carmen Quintero, considera que hay que hacer saltar la alarma y tomar medidas, “porque el campo cordobés está en peligro”. De momento, Quintero solicita a la CHG que cumpla escrupulosamente con la dotación máxima de 2.800m3/ha (acordada en la Comisión de Desembalse del 28 de Abril), que ya supone una reducción importante sobre los 6.000m3/ha máximos para una campaña normal.
Una dotación que, para colmo, no está llegando en condiciones a los cultivos, “por lo que pedimos a la Confederación –afirma- que haga una mejor gestión del recurso y que cumpla con lo acordado en fondo y forma. No solo hay poco agua, sino que también hay problemas con el riego, por lo que todo el esfuerzo que estamos haciendo los agricultores no se ve correspondido y se están poniendo en peligro las cosechas”.
Por otro lado, la responsable de COAG Córdoba entiende que la Confederación no debe, como ha hecho en otras ocasiones, reservar agua para riegos en los próximos meses, “cuando ahora mismo hay cultivos que se están echando a perder porque necesitan agua urgentemente. Se trata, además, de cultivos de gran importancia socioeconómica para la provincia, como son los hortícolas”.
Para evitar discriminaciones y la pérdida catastrófica de las cosechas si no se pone remedio, COAG Córdoba exige a la CHG que lleve a cabo ya un reparto equitativo del agua que quede para todos los cultivos.