La campaña de mango y chirimoya en la costa granadina ya está en marcha, y empresas como Frutas Fajardo, que tiene en ambos tropicales, además del aguacate y el níspero, sus principales productos ya están inmersos en su nuevo ejercicio, en el que el aumento de los costes de producción será protagonista.
Cuando hablamos con José Antonio Fajardo, responsable de la compañía, reconoce que “los costes de todas las materias primas, desde el cartón a la logística, se han disparado” y lamenta que, sin embargo, “esto no se ha traducido en un aumento proporcional del precio de venta al público” de los tropicales. “Los precios han subido en menor medida y hemos visto nuestros márgenes reducidos considerablemente”, apunta.
Aun así, afirma que el de los tropicales continúa siendo un cultivo rentable. Además, sigue habiendo motivos para el optimismo: “La demanda crece a un ritmo de dos dígitos anuales a pesar de la actual situación económica”. A ello contribuyen los nuevos hábitos del consumidor, más preocupado por su alimentación y que ha encontrado en las frutas, en general, un gran aliado.
En el caso concreto de Frutas Fajardo, continúan apostando firmemente por todos estos cultivos y, de hecho, en esta campaña, prevén recolectar en torno a un 25-30% más de mango gracias, por un lado, al aumento de producción natural de los árboles y, por otro, a la entrada en producción de nuevas hectáreas. Asimismo, siguen creciendo en aguacate con 50 nuevas hectáreas.
Reconoce Fajardo que, a diferencia de otras zonas productoras, en la costa de Granada no cuentan con recursos hídricos tan limitados y, es más, “si finalizaran las canalizaciones de la presa de Rules, incluso podríamos aumentar la superficie”. En cualquier caso, y como ocurre en toda Europa, no están exentos de las consecuencias de la sequía que azota al continente y que, de momento, se está traduciendo en un desarrollo más lento y menor de los frutos.
En este sentido, apunta que los mangos están alcanzando un calibre mediano que, bajo su punto de vista, “no es tan negativo” comercialmente hablando, ya que, por norma general, “los calibres grandes tienen un mercado más limitado”.