Lacalle: «La crisis debe servir para corregir la formación bruta de precios en la cadena»
El economista Daniel Lacalle expuso en la jornada organizada por Coexphal los principales factores económicos que están afectando al sector hortofrutícola en la actual coyuntura.
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La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, COEXPHAL, ha celebrado un encuentro-debate con el economista Daniel Lacalle para analizar la competitividad del modelo hortofrutícola en el escenario actual postpandemia y el añadido de la inflación y el conflicto bélico generado en Europa como telón de fondo.
Un invernadero solar de papayas del Centro Experimental de Las Palmerillas de Cajamar fue el escenario elegido para reunir a medio centenar de asociados y periodistas en la interesante charla del prestigioso economista.
Para Lacalle, mientras que en España suben los costes salariales, los impuestos y las cargas a las explotaciones agrícolas en un entorno de aparente recuperación, “el resto de países con los que competimos están aprovechando esa situación para continuar entrando en una dinámica de competencia vía precio, que es incuestionablemente mucho más sencilla para ellos que no tienen que llevar a cabo todos esos aumentos de coste forzosos. Si ya es complicado gestionar el aumento de costes, lo es mucho más en el caso de la energía cuando el Gobierno se niega a ajustar los impuestos que tiene la energía a la inflación”.
Según Lacalle, este problema provoca un efecto dominó: “empieza por una recuperación tras el COVID 19 en la que no se soluciona absolutamente nada de los problemas que tiene el sector con la formación bruta de precios en la cadena de suministros. Esta aparente recuperación viene con un aumento tremendo de la inflación que no se traslada a los precios. Es decir, es un doble impacto para el sector”.
Otra pieza del dominó cae como consecuencia de “la subida adicional en el Salario Mínimo Interprofesional, que trae incorporada una subida de todos los impuestos al trabajo, una subida de las bases mínimas de cotización y no tiene en cuenta la estructura de costes y la que tiene cada una de las regiones”.
Problemas de suministro
Según el economista, ahora mismo se corre el riesgo de entrar en un periodo de estanflación, es decir, un estancamiento económico con elevada inflación. “La inflación en España (7%) es mayor a la media de la UE que está en un 5%. Además, la subida de los costes salariales en España desde el periodo del COVID es la mayor de toda la UE. Tenemos más inflación y mayores subidas de costes salariales; la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y de los ahorros es la más alta de los últimos 30 años y nos encontramos con un problema de competitividad porque la subida de los impuestos hace que sea más difícil competir en los mercados internacionales, con lo que se está generado la tormenta perfecta para que haya verdaderos problemas de suministro”.
“Si nos metemos en este periodo de la estanflación -asegura Lacalle- sería un absoluto desastre porque lleva a una destrucción de empleo prolongada y a mayores dificultades para salir de las crisis; y sobre todo, ni se reducen las deudas ni se mejora la competitividad del país”.
Agricultura, sector estratégico
Este experto internacional considera que en un entorno como el que tenemos ahora, el Gobierno debe considerar estratégicos a los sectores primarios de la economía. Igualmente, Lacalle ha puesto sobre el papel los pasos a seguir para mitigar esta situación que se ve agravada por el conflicto de Ucrania:
- Considerar el sector como estratégico y tenerlo en cuenta en todo lo que conlleva en cuanto a apoyos, ayudas y en cuanto a fortalecimiento del sector en un periodo tan complicado como es el actual.
- Fortalecer las medidas para evitar la competencia desleal porque los que ahora no pueden enviar productos a Rusia y Ucrania van a querer enviar productos al sur de Europa, fundamentalmente. Por lo tanto, hay que establecer unos mecanismos transparentes y serios para garantizar una competencia legal, sobre todo en un entorno donde se han disparado los costes.
- Hay que reducir de manera drástica los costes salariales y los costes impositivos que vienen añadidos a toda esta batería de medidas que se han tomado en los últimos años. “No puede ser que aumente el coste salarial del empleador un 10% y aumente el salario del empleado un 3%, esto es una ridiculez. Hay que reducir los impuestos al sector para mitigar el efecto de las subidas de los precios de las materias primas”.
- No se puede entender que un país como España que puede ser un enorme alivio para los países del Norte, que ya hoy están teniendo dificultades para acceder a algunos de los bienes que importan del Este, “no se están llevando a cabo negociaciones serias para garantizar que nuestros productos se exporten de la manera más competitiva posible con precios adecuados”.
El encuentro con medios y responsables del sector finalizó con un interesante debate sobre los aspectos planteados, desde la actual guerra entre Rusia y Ucrania, pasando por la subida de costes salariales e insumos, la competencia de los terceros países y la cuestionada ley de cadena alimentaria.