Tras realizar un recorrido por todas las zonas productoras de la Comunitat Valenciana, la organización prevé alrededor de 13.120 toneladas de fruta de verano, de las que el 50% (86.500 t,) serían del grupo de melocotones, paraguayos y nectarinas; un 40% (5.223 t,) de ciruelas y un 10% (1.355 t,) de albaricoques. El 75% de la cosecha se situaría en la provincia de Valencia (9.878 t), el 20% en la de Alicante (2.640 t,) y el 5% restante en la de Castellón (718 t,). Cabe resaltar que casi el 40% de la producción de fruta de verano de la Comunitat Valenciana está localizada en la comarca de la Vall d’Albaida.
La cosecha viene adelantada y tuvo una buena floración y cuajado como consecuencia de no haber tenido ningún episodio meteorológico negativo, aunque hay zonas donde se ha detectado estrés hídrico en el arbolado a consecuencia de los episodios de vientos de poniente y calor excesivo.
Los productores destacan las dificultades para encontrar mano de obra especializada para realizar tanto las tareas de aclarado como las de recolección de la fruta. También denuncian el aumento de las importaciones de frutas de otros países. En los últimos diez años, la UE las ha incrementado un 79%, con Turquía, Chile y Sudáfrica a la cabeza, con el 29% y 22% los dos últimos países, respectivamente. La evolución de Turquía ha sido espectacular. En la última década ha aumentado sus envíos a los mercados europeos en un 425%.
Medidas de LA UNIÓ ante la desaparición de hectáreas de cultivo
En la actualidad, según los últimos datos de la Conselleria de Agricultura de 2022, hay plantadas en la Comunitat Valenciana un total de 7.162 hectáreas de cultivo de fruta de verano, de las que el 42% (2.981 ha) son de albaricoque; el 39% (2.800 ha) de melocotones y el 19% (1.381 ha) de ciruelas.
En lo que llevamos de siglo la superficie de fruta de verano de la Comunitat Valenciana se ha reducido en 12.132 hectáreas (-60%), que es el equivalente a 30.000 campos de fútbol reglamentarios, a un ritmo anual constante del 8%. Se han abandonado 3.133 ha de albaricoques (-51%), 4.346 ha de melocotones (-54%) y 4.653 ha (-77%) de ciruelas.
Para revertir esta situación, LA UNIÓ propone una serie de medidas urgentes. En primer lugar, la realización de campañas de promoción de nuestra fruta entre los consumidores tanto desde las instancias estatales como desde la Generalitat, en las que se destaque la gran calidad, proximidad y beneficio para nuestros pueblos y el medio ambiente en contraposición con la fruta llegada de fuera de la Unión Europea.
También reclama LA UNIÓ un mayor presupuesto en investigación para conseguir variedades cada vez más adaptadas al cambio climático con el objetivo de ser competitivos en los mercados.
Por otra parte, LA UNIÓ considera el seguro agrario como una herramienta fundamental al servicio del agricultor, especialmente dado el aumento significativo de la siniestralidad de los últimos años. Los siniestros se han vuelto más frecuentes y de una intensidad mayor, lo cual resalta todavía más la importancia de contar con este tipo de protección. Por eso, LA UNIÓ propone que las administraciones incrementen las subvenciones al seguro para los agricultores profesionales de fruta hasta el 70%, que es el límite máximo permitido por la UE.