“La campaña de mango y aguacate se prevé similar a la anterior”
Hablamos con los productores de mango y aguacate de la Axarquía sobre las previsiones de su próxima campaña, cómo ha afectado el calor y la controversia sobre la falta del agua en la zona.
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La zona de la Axarquía es siempre noticia en esta época del año debido a las altas temperaturas que puede afectar a cultivos como es el caso del mango y aguacate que están en un momento crucial para su comercialización. Tras la fuerte ola de calor que se ha vivido especialmente en el sur de España, hemos querido conocer de primera mano a través de los productores si se han visto afectados y si la cantidad o la fecha de recolección va a variar por la misma razón.
Las empresas productoras consultadas, Trops, Axarfruit o la Asociación Española de tropicales confirman que las altas temperaturas no han hecho efecto en las plantas, que afortunadamente no ha habido viento terral y los productos se mantienen estables, tanto en calidad como en cantidad. “Se prevé una cosecha de entre 20 y 25.000 toneladas de mangos”, confirma Javier Braun, presidente de la Asociación de Tropicales, unas cifras parecidas al año pasado y que no alcanzan las previsiones de una gran cosecha que se tenían, no solo por las altas temperaturas. Es decir, se preveía una campaña muy buena con aumento de producción y finalmente va a ser a niveles normales.
Falta de agua: un problema que viene de largo
Todos además coinciden en el hecho de que el problema no es que haya falta de agua en la zona, si no que no se está administrando adecuadamente. “Tenemos que aprovechar mejor el agua que tenemos tanto en embalses como en regenerada”, confirma Enrique Colilles, director General de Trops. Pero recuerda que no es un problema causado por los agricultores, ya que no tienen acceso a gran parte de ese agua regenerada y mucha de ella se tira al mar y por lo tanto, no se puede utilizar.
Coincidiendo con esta idea del desperdicio de agua que acaba en el mar, Álvaro Martínez, gerente de Axarfruit, recuerda que el problema viene de largo y que no ha sido hasta el momento en el que se ha tocado fondo, cuando se ha puesto foco en el problema. “Llevamos casi 10 años de sequía, en este tiempo se ha aumentado la producción, pero se ha puesto la esperanza en el cielo de que solucionara el problema”, afirma y no ha sido así, ya que además, el pantano de la Viñuela ha disminuido su crecimiento. Respecto a las soluciones, no ven ninguna clara y eficiente a corto plazo. Algunas de las fuentes consultadas apuestan por la inversión en desaladoras, la creación de infraestructuras para conectar unos pantanos con otros o que el agua no se desperdicie en el mar. Además, debido a la alta rentabilidad de los cultivos, los productores estarían dispuestos a pagar una cuota cada uno en función del agua que necesiten, que haría que “los árboles no se sequen y se obtenga más producto y con mayor calidad”.