Campaña 2023
La campaña 22/23 cerró con una producción total de 243.000 toneladas de fresas, lo que supuso un descenso del 10% respecto a la pasada, estos datos reflejan una campaña muy irregular, con una incidencia clave de la climatología que, en momentos determinados, ha provocado muchos daños al cultivo, como el excesivo calor durante la plantación, que obligó a replantar hasta casi un 30%; o el elevado frío del inicio del año, que contrajo mucho la producción; o, de nuevo, el excesivo calor registrado en abril, que también mermó la calidad de la fruta.
En este contexto tan difícil, los productores están viendo cómo la rentabilidad del cultivo disminuye irremediablemente, si bien ante una reducción de la producción del 10% se produjo un leve incremento de los precios, pero el aumento de los costes sigue reduciendo su viabilidad.
La campaña del arándano también finalizó con un descenso en la producción del 10% y un total de 53.190 toneladas producidas. La prolongación de la campaña ha posibilitado recuperar el descenso de la producción arrastrada desde los primeros meses. La recuperación en la producción durante abril y mayo se encontró, sin embargo, con una fuerte competencia en los mercados, sobre todo de terceros países como Marruecos, que provocó un exceso de oferta y consecuentemente una caída de los precios. Desde Freshuelva definen esta campaña como la más irregular de los últimos años.
Respecto a la frambuesa, ésta ha finalizado con una producción de 47.750 Tn, lo que supone un descenso del 4,5% respecto a la campaña anterior. Marcada inicialmente por precios bajos en los mercados y, sobre todo, por una competencia muy grande de países terceros.
2024
Desde Freshuelva sostienen que la superficie plantada de fresa será de 6.100 hectáreas, frente a las 6.295 hectáreas de la campaña pasada. Un descenso del 3,1%, que la ubica en la media de los últimos 5 años. Sin embargo, las condiciones no son las mismas que estos años atrás, de ahí que en esta campaña, Huelva esté haciendo una gran apuesta manteniendo la superficie a pesar de que las instituciones han reducido un 50% los permisos para riego desde el 1 de enero. Varias fuentes comentan a este medio que no hay otra alternativa que confiar en que llueva, para poder ser rentable y que los mercados sigan apostando por la fresa de Huelva.
Desde el sector refuerzan la alternativa de las desaladoras como la opción más viable, ejemplo de ello es Marruecos, que tiene avanzados estos proyectos por verse en una situación similar a la de Huelva. Las organizaciones agrarias advierten que la situación no sería tan extrema de haberse cumplido lo prometido en los diferentes planes hidrológicos y acometerse las obras declaradas de interés general del Estado. La entrada en vigor del recorte del 50% puede suponer un golpe muy grave, no solo para esta campaña, sino para las venideras.
El consumo de fresa se ha reducido un 16% respecto al mismo periodo de la campaña pasada y un 18% respecto a la media de las últimas cinco. Por su parte, el precio medio registra un incremento por cuarto año consecutivo del 11% interanual, por lo que prácticamente duplica el precio registrado en 2015/16.
Competir únicamente en función de los costes y, en consecuencia, de precios, ya no es una estrategia sostenible, especialmente en un contexto donde los consumidores demandan cada vez más calidad, la inflación ha reducido su poder adquisitivo y se preocupan por el medioambiente y aspectos sociales, aspectos clave para mejorar su diferenciación en el mercado.
Costes estabilizados pero elevados
Si bien venimos casi dos años hablando del incremento de costes, debido a la subida más pronunciada desde 2021 por los precios de la energía que ha encarecido los insumos dada su elevada dependencia en los cultivos, en el último año, los costes se han moderado. Esto ha permitido a los productores y agricultores respirar en un momento de fuerte presión inflacionista, aunque todavía éstos se encuentren por encima de los niveles prepandemia.
La mano de obra también se ha incrementado como consecuencia de la actualización del convenio colectivo del campo en la provincia de Huelva, al encontrarse los salarios pactados por encima del salario mínimo interprofesional.
La evolución de los costes dependerá en gran medida de la situación en los conflictos armados que actualmente se viven en Ucrania y Palestina, que en último caso afectan a los productores onubenses.