Por mucho que pasen los años y se sondeen nuevos nichos de empleo para la provincia -energías renovables, medio ambiente, servicios de valor añadido- el campo, en última instancia, sigue siendo el linimiento que engrasa la maquinaria provincial.
El análisis del mercado laboral para el presente año en Almería subraya que «cada vez más se están demandando perfiles muy especializados que aportan valor añadidos y capacidad de adaptación y flexibilidad».
A pesar de que el pasado ejercicio de 2019 no ha sido de los mejores en cuanto a rentabilidad para el propietario de explotaciones invernadas en Almería, la demanda de empleo sigue al alza en el clúster que gira en torno a la siembra, recolección, transporte y comercialización hortofrutícola.
Eduardo Escobar, director de PageGroup en Andalucía, estima un crecimiento de dos dígitos en el sector agroalimentario y en la industria auxiliar.
A pesar de que el agro almeriense es un sector maduro -no en vano cerca de un tercio del empleo total en la provincia proviene directa e indirectamente del sector primario y sus apéndices-, su capacidad de absorber empleo cuenta aún con recorrido.
Es la boya que siempre flota: el último Análisis de Campaña elaborado por Cajamar indica que «la horticultura almeriense demuestra en cada campaña una enorme capacidad para crear diversidad empresarial y económica a su alrededor».
La industria auxiliar almeriense, intensiva en tecnología y conocimiento, cerró el pasado ejercicio con un crecimiento del 16% en empleo u del 10% en facturación, con lo que el conjunto de el clúster genera ya más de 6.000 empleos y vende por encima de 1.300 millones de euros, más que la comercialización convencional de frutas y hortalizas. Gran parte de los retos que debe afrontar modelo agrícola almeriense a corto plazo, como el de la eficiencia, el aumento de la productividad y la reutilización de los residuos generados, dependen del desarrollo de la denominada agricultura inteligente, para lo que el sector cuenta con un potente músculo empresarial generado en torno a los invernaderos de Almería, altamente especializados y competitivos en los mercados.
El Ejido, siete puntos menos de paro
La agricultura intensiva ha ido cambiando en los últimos cincuenta años la faz almeriense y propiciando el progreso de unos municipios en detrimento otros. En torno a la rueca de este negocio se tejen unos 100.000 empleos en la provincia, sumando directos e indirectos, que suponen casi un tercio del total. El Ejido, corazón de la horticultura extratemprana, registra un porcentaje de paro del 12%, cuatro puntos menos que en Roquetas y siete puntos menos que la media provincial.
Fuente: La Voz de Almería