Extremadura ha vivido en los últimos años varias subidas del SMI, una pandemia y la reciente reforma laboral. Y si ya de por sí la mano de obra es un hándicap que en cada campaña tenemos que abordar, el COVID fue un duro golpe, por contagios y contactos estrechos, que por suerte conseguimos superar.
Las subidas de costes e insumos están provocando que se acelere la mecanización en el sector, aunque lamentablemente para las labores del campo todavía no hay maquinaria que sustituya con el mismo grado de exigencia algunas de las tareas que se realizan manualmente.
En la actualidad, debido a la escasez de capital humano, toda la tecnología que nos permita reducir la dependencia de la mano de obra es bienvenida. Esto se evidencia en que, a mayor innovación y tecnología, mejoran los porcentajes de rendimiento, con la consecuente disminución de costes operativos, como hemos podido comprobar. Nuestra estrategia pasa por invertir en la implementación, tanto en campo como en la central, de las mejoras tecnológicas que permitan una mayor rentabilidad, además de un fruto sano y de calidad.
Toda tecnología que nos permita reducir la dependencia de la mano de obra es bienvenida
Para nosotros, en Sol de Badajoz, el futuro del sector frutícola tendrá que tener como objetivo reducir la dependencia de la mano de obra, introduciendo herramientas tecnológicas e industriales que aseguren una calidad de procesos que puedan sustituir las tareas hechas manualmente hasta la fecha, lo que a su vez conlleva también una reducción de costes, uno de los principales problemas de este sector. Si lo conseguimos, seguiremos creciendo.
Para esta campaña, de momento, solo dependemos de la climatología. La falta de agua es el mayor problema al que nos enfrentamos, por lo que, dependemos de la gestión que se haga de los recursos existentes. Todo nos lleva a creer que tendremos una campaña normal, con la capacidad y calidad óptimas para atender a todos nuestros clientes.
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