Pimientos dulces y otras especialidades. Es cierto que el pimiento ha crecido en las últimas campañas en Almería, sobre todo la superficie dedicada a los dulces, como Palermo o Ramiro, más que en los tipos California. Además, en los dos últimos años, asistimos también al aumento de las hectáreas de especialidades como habaneros o picantes, entre otros.
No nos engañemos, todo esto tiene que ver, al final, con el consumo y, de hecho, la mayoría de los supermercados destina cada vez más espacio a los pimientos dulces, por ejemplo. Pero tampoco debemos pasar por alto el hecho de que parte de esa nueva superficie viene de la reducción de hectáreas del tomate, aunque no toda. También han crecido cultivos como el calabacín, de ciclo más rápido que el pimiento.
Dos vías para la diferenciación. Sinceramente, creo que el pimiento California en Almería, en general, no está bien pagado y deberíamos ponerlo en valor. Sigue siendo un buen producto y, aunque tenemos una ventana comercial en la que contamos con la compañía de otros orígenes, esta no es exagerada.
Aun así, tengo que reconocer que diferenciarse no es fácil y que, normalmente, esa diferenciación es de nicho y tiene una cuota de mercado muy reducida, con lo cual no nos podemos pasar de frenada y producir más de lo que demanda el mercado; pero debemos estar ahí. En nuestro caso, y como ejemplo de esta estrategia, logramos hacerlo con Sweet Palermo, entre otros productos, y, de hecho, en 2019, logramos el premio Sabor del Año junto con Consum.
Una transición tardía. La campaña 2021/2022 no empezó bien por el retraso producido en Europa, donde la buena climatología al final de las cosechas locales hizo que la transición hacia el origen Almería fuese también más tardía. Pero seamos realistas, a principios de octubre aún es pronto para comenzar nuestra campaña, lo que pasa es que cada vez nos afanamos más en producir temprano y, mientras existan producciones locales, es difícil que entremos en el mercado.