El crecimiento productivo de este cultivo en todo el mundo está obligando a las empresas a ser más productivas y rentables que nunca. En este escenario, Jesús Cruz Barrios, Area Sales Manager para Sur de Europa y África en TOMRA Food, nos explica que la automatización es necesaria para poder competir en un mercado donde los costes y la calidad son fundamentales. Se trata de la inversión con el retorno más tangible para la empresa, ayudando a hacer frente a los costes de mano de obra y asegurando la manipulación del fruto.
Ejemplo de ello es la clasificadora y calibradora óptica KATO260 de TOMRA, con la cual no sólo logra automatizar el proceso de clasificación de arándanos, sino que ofrece la posibilidad de separar la fruta por categorías, maximizando así el retorno de sus cultivos.
Para procesos en fresco de arándanos, TOMRA utiliza equipos de clasificación y envasado diseñados para que la fruta sufra el menor número de transiciones posibles, ya que el objetivo es que el producto mantenga las mismas condiciones que tras su recolección.
“Con estos avances en la precisión de la clasificación y el calibrado optimizamos el valor del producto, a la vez que reducimos el desperdicio”, expone Cruz, quien añade que esta tecnología permite clasificar fruta que hace años era considerada destrío y hoy podemos destinarla a congelado, zumos, e incluso, repostería, aumentando la rentabilidad del cliente y la gama de productos al consumidor.
Calidad y precio
La actual inflación está provocando que el consumidor reduzca su bolsillo, pero sin rebajar sus exigencias de calidad. Esto es todo un reto para los productores, puesto que, como apunta Cruz, cantidad y calidad eran objetivos que, hasta ahora, iban en direcciones opuestas. Una producción mayor suponía menor calidad. Y alcanzar una mayor calidad requería menor velocidad en la clasificación. “Hoy esta dicotomía ha desaparecido, y la tecnología es la responsable de este logro”, explica el Area Sales Manager de TOMRA, ya que las vanguardistas soluciones actuales de clasificación, calibrado y embalaje impulsan la eficiencia de las plantas de proceso al hacer posible una buena calidad manejando grandes volúmenes.
«Optimizamos el valor del producto a la vez que reducimos el desperdicio”
Esta vanguardia forma parte del ADN de TOMRA Food, ya que la cultura de la empresa se basa en la innovación y su compromiso con el I+D. Cuentan con un programa propio de “Berry Science”, dirigido por el centro de I+D que la empresa tiene en Waikato (Nueva Zelanda), dotado de un centro de producción experimental, una zona de almacenamiento en frío, una instalación para simulación íntegra de pruebas, un centro técnico y varios laboratorios de pruebas científicas.
Huelva representa un sector de berries muy diverso con diferentes tamaños de empresa con un único objetivo hoy en día, la eficiencia. Así, TOMRA Food ofrece soluciones para arándanos modulares y escalables, lo que hace que resulten perfectas para cualquier requerimiento y tipo de empresa. También es el único proveedor de líneas integradas de arándanos, que cuenta con soluciones para producto fresco o congelado. Además de la clasificación por tamaño, lo hace también por color, dureza, golpes, estado fenológico, deshidratación, racimo, pelado y marcas en los frutos. Y aplica un sistema de inteligencia artificial que mejora la precisión en la detección de los defectos en las distintas variedades de arándanos.