Sudáfrica y Uruguay son los países donde mayor número de interceptaciones se ha producido en los primeros diez meses de 2019, con 32 y 24, respectivamente. En el caso del país de Mercosur supone un 380% más que el año pasado y en el del país africano un 88%. Cabe destacar también los 5 rechazos de agrios provenientes de Zimbaue, país vecino de Sudáfrica.
La mayor parte de las importaciones retenidas con plagas y enfermedades hasta octubre corresponden a la Phyllosticta citricarpa (41), el hongo que causa la temida Mancha Negra, y a la Thaumatotibia leucotreta (34), la falsa polilla que provoca graves daños comerciales a los cítricos. Ambas son plagas y enfermedades de cuarentena con un grave riesgo que siguen sin estar presentes en la citricultura europea y cuya amenaza es cada vez más grande.
La organización agraria señala que es necesario que las autoridades de la Unión Europea se tomen en serio la vigilancia fitosanitaria y se planteen de una vez por todas implantar el tratamiento en frío y el control en origen para las importaciones de cítricos porque el riesgo está cada vez más latente. En las recientes analíticas efectuadas por LA UNIÓ se descubrió que la mayor parte de las sustancias activas detectadas que emplean los citricultores de terceros países y cuyo uso está prohibido para los europeos corresponden a fungicidas para conservar la fruta y que en muchos casos son alternativas al tratamiento en frío que es más inocuo. “Por ello pensamos que es un claro fraude y engaño para el consumidor europeo y que se evitaría utilizando así el tratamiento en frío”, afirma Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.
Peris indica que “a nuestros cítricos por ejemplo Estados Unidos, Japón o China les exigen unas condiciones para exportarlos allí; mientras que aquí cualquier país que desee exportar a la UE pretende imponer sus reglas. Eso es totalmente intolerable”.
Retirada cítricos terceros países distribución comercial
LA UNIÓ aprovecha también para solicitar a las cadenas de distribución comercial y tiendas que vayan retirando ya de sus lineales los cítricos procedentes de Sudáfrica y Mercosur y los vayan sustituyéndolos por los nuestros. “Hasta la fecha no teníamos naranja española y valenciana, únicamente mandarinas, para comercializar, pero ahora ya es el momento de que los lineales cambien de aspecto y aparezcan nuestras naranjas de forma continua y permanente”, señala Carles Peris.