Jose María Morote, CEO de Hortiberia, analiza algunos de los aspectos fundamentales en la formación y crecimiento del consorcio a lo largo de sus veinte años de trayectoria.
El consorcio nace en 2001 con el fin de reforzar las políticas comerciales y de marketing de sus socios, como una alianza que permitiera a las empresas integradas abordar aquellos mercados que de forma unitaria les resultaban inaccesibles o de escasa rentabilidad, por cuestiones de logística o distribución. Los inicios de Hortiberia no fueron nada fáciles, ya que resultaba fundamental aunar las políticas comerciales y de marketing de diferentes empresas líderes del sector, orientándolas hacia un objetivo común: incrementar la presencia de sus socios en mercados internacionales en los que de forma individual tenían más dificultades, y conseguir así una diversificación de ventas más allá del núcleo duro de la UE.
Tras veinte años de evolución, el balance resulta del todo satisfactorio tanto para el CEO de Hortiberia, como para los directivos de las compañías asociadas. En la actualidad el consorcio dispone de una estructura empresarial y humana de primer orden, asimismo existe una total integración entre las políticas comerciales y de marketing entre las diferentes marcas de los asociados. Este sistema ha permitido no solo aportar valor añadido a las producciones de sus empresas, sino también consolidar un grupo solvente, de creciente rentabilidad e importante credibilidad.
El posicionamiento de Hortiberia a nivel internacional es hoy una realidad, ya que cuenta con presencia en más de 40 países tanto europeos, como fuera de las fronteras de la UE. El mercado árabe cobra especial relevancia para el consorcio, ya que ha visto incrementar su liderazgo durante los últimos años, convirtiéndose en referente en materia de distribución.
Asimismo, todas las producciones de los diferentes socios: San Cayetano, Lemon King, Agromark, Blancasol, Ole! Passion for veg, Melones El Abuelo y Cricket se ajustan a los exigentes estándares de calidad del sector, siempre comprometidos e interesados en la innovación tecnológica en el sector y la cadena de valor.
Las empresas que constituyen el consorcio invierten en tecnología y están inmersas en el reto de la digitalización. Apuestan por la implantación real de soluciones que optimicen la gestión de los inputs, así como por el incremento de producciones bio y residuo cero, que generen beneficios a agricultores, cooperativas, empresas, consumidores y al medio ambiente