Incertidumbre
Es el sustantivo que define las últimas campañas de fresa, especialmente la 2021/2022, que vino marcada por la subida de costes generalizada, la escasez de materias primas, la huelga de transportes y el impacto en la demanda por el conflicto bélico. “A pesar de la sensibilidad de algunas cadenas de distribución en los precios para que pudiéramos compensar costes, el esfuerzo no ha sido suficiente y esperamos una caída muy fuerte de la rentabilidad del sector; pedimos el compromiso de todos los agentes involucrados”, manifiesta Enrique Muñoz, responsable de Marketing de Fresón de Palos.
Un desarrollo sostenible
Más allá de la incertidumbre que está experimentando el sector fresero, en Fresón de Palos sí tienen claro su compromiso cada vez mayor con el medio ambiente. Así, como objetivo a medio plazo, se marcan llegar a los 22 países de exportación con los que trabajan con una logística más sostenible y proyectos de kilómetro cero que reduzcan su huella de carbono. Además, en el proceso de producción y manipulación de las berries, abogan por un uso más eficiente de los recursos, disminuyendo el consumo de agua y los tratamientos químicos fitosanitarios.
«Las nuevas variedades nos han permitido tener un pico de producción menos marcado que en otras temporadas»
Variedades idóneas
“Nuestro proyecto es apostar por calidad y vida útil, con materiales más premium que aporten valor a nuestros fresones”, señala Muñoz. En esta línea, las nuevas variedades les han permitido tener un pico de producción menos marcado que en otras temporadas. En cuanto al desarrollo de la campaña, ha estado muy condicionado por la climatología, con escasez de fruta al inicio y un calor al final que anticipará el final de la temporada.