A partir del 8 de abril de este año, esta molécula para conservar las patatas, no se podrá comercializar y, desde el 8 de agosto, no se podrá utilizar por parte de productores y comercializadores. La retirada del clorprofam fue anunciada desde hace tiempo, por lo que el sector se ha estado preparando con la búsqueda de nuevas moléculas (como el etileno, el aceite de menta y el Dormir), así como mediante la elección de variedades con una dormancia elevada y de envases que mejoren la conservación de la patata.
El mercado francés cuenta ya con soluciones para la campaña de este año. “Aún así, el Instituto de Investigación trabaja en encontrar mejores soluciones para el futuro con el fin de alargar la vida útil de sus productos”, declara Sabrina Adam, responsable de prensa y eventos del Comité Nacional Interprofesional de la Patata de Francia (CNIPT).
Según la CNIPT, la prohibición del clorprofam implica una adaptación de las prácticas del sector francés y tendrá ciertamente un impacto sobre la capacidad de exportación de Francia a final de campaña (abril, mayo y junio). De ahí que las investigaciones se encuentren en marcha para responder a este nuevo reto. Sobre todo teniendo en cuenta que Francia es el segundo productor de patata de Europa Occidental detrás de Alemania y el primer exportador mundial, cuyo principal destino de su producto fresco es España (y para industria Bélgica).
Otros frentes
Más allá de este asunto, el CNIPT dirige sus esfuerzos en varias direcciones. Por una parte, busca ampliar mercados fuera de la UE, donde hoy por hoy solo representan un 2% de su comercialización. Así, “Costa de Marfil, Vietnam y Emiratos Árabes Unidos son los destinos sobre los que estamos trabajando”, comenta Laure Payrastre, responsable de comunicación de la Interprofesional.
De forma paralela, el sector continúa desarrollando campañas de comunicación en Francia con el objetivo de mantener e incluso aumentar el consumo, uno de los más altos de la UE. Su calidad visual y gustativa, la disponibilidad de la oferta a lo largo de la campaña, junto a amplia segmentación en variedades y usos culinarios representan valores diferenciales, siempre y cuando el consumidor sepa adecuar sus intereses al tipo de patata. En este objetivo trabajan desde CNIPT en mercados como España, en colaboración con el chef Rodrigo de la Calle con el que el año pasado llevaron a cabo una campaña de promoción mediante un recetario en redes sociales e internet (patatasalacarta.com). “Hay que realizar un trabajo pedagógico en España para ayudar al consumidor español a elegir bien sus patatas y apreciarlas plenamente”, señala Laure Payrastre.