Fertilizante a base de insectos para mejorar la producción del brócoli

En los últimos años ha crecido el interés de la sociedad por una alimentación más sana. Lo que ha supuesto un aumento del consumo de hortalizas frescas en los hogares en España, con un crecimiento del 12,5% según el último Informe de consumo alimentario en España (2020). Entre ellas, el brócoli es uno de los alimentos más equilibrados que podemos incluir en nuestra dieta gracias a la variedad de propiedades y beneficios nutritivos que aporta al organismo. Contiene vitamina C, B1, B2, B3, B6 provitamina A, minerales como el potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro y selenio, así como un alto poder en antioxidantes, ácido fólico y fibra.

La Región de Murcia es líder en el cultivo de este súper alimento, con unas 21.000 hectáreas y una producción estimada de 300.000 toneladas. Esta comunidad autónoma cuenta con alrededor del 50% de la producción en nuestro país, que es una de las potencias mundiales en cultivo y comercialización de hortalizas, con un aumento del 7% y 6,4%, respectivamente desde 2015, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Además, España es el segundo país de la UE en superficie de agricultura ecológica con más de 2,40 millones de hectáreas, lo que supone más de un 16,6% del total de la UE, según Eurostat. Se trata de una alternativa de cultivo rentable para los agricultores que, además, tiene efectos positivos en la calidad de los productos.

Con el objetivo de continuar impulsando la producción ecológica en nuestro país, así como el cultivo de la hortaliza estrella en Murcia, la biotecnológica Tebrio, especializada en la cría y transformación del insecto Tenebrio Molitor, ha desarrollado el primer fertilizante 100% ecológico. Una solución innovadora que contribuye a conseguir una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y de mejor calidad. :oFrass es un biofertilizante a base de excrementos del insecto Tenebrio Molitor, más conocido como el gusano de la harina, que incrementa la salud del brócoli, así como el resto de cultivos hortícolas, promueve su desarrollo vegetativo y mejora las condiciones de fertilidad del suelo para favorecer la captación de nutrientes y la retención de agua. De este modo, entre otros beneficios que aporta al cultivo del brócoli, :oFrass contribuye al crecimiento de las plantas con un mayor rendimiento y calidad y otorga mayor tolerancia ante los diferentes tipos de estrés que puedan sufrir. Además, este fertilizante también tiene ventajas para el agricultor pues ayuda al aumento de la producción, reduce los costes, ya que requiere el uso de una dosis inferior, evita la aparición de posibles plagas procedentes del abono y tiene un efecto inhibidor de hongos y patógenos, entre otros.

“España es uno de los países líderes en el mundo en agricultura ecológica y, por eso, en Tebrio desarrollamos productos sostenibles de primera calidad que tienen como objetivo favorecer un suelo sano y equilibrado para obtener los mejores resultados posibles en la cosecha de cultivos como el brócoli, a la vez que respetan el medio ambiente y contribuyen a impulsar a España como líder del sector”, señala Miguel Ángel Álvarez, director de Agro en Tebrio.

Aplicaciones y beneficios de :oFrass en los cultivos

:oFrass permite reducir el estrés de origen abiótico (exceso o defecto de agua, frío, salinidad), la necesidad de pesticidas, reducción del uso de fertilizantes nitrogenados, los costes de abonado y la mano de obra asociada al cultivo. Se caracteriza también por tener capacidad Bio-Fortificante, Bio-Estimulante y Bio-Fitofortificante, contiene una gran cantidad de nutrientes esenciales, microorganismos beneficiosos así como materia orgánica, a la vez que mantiene una relación de carbono/nitrógeno óptima. Además, junto con su valor de PH neutro, mejora las capacidades del suelo y las interacciones de la planta con el medio a todos los niveles.

Además, su contenido en quitosano favorece la sanidad del cultivo en el entorno radicular, vital en los procesos de captación de agua y nutrientes para el correcto desarrollo de las plantas, y activa las defensas naturales de éstas, de forma que están más protegidas frente a ataques externos.

Estas características son imprescindibles a la hora de lograr una transición hacia una agricultura más sostenible y respetuosa con el medioambiente.