Gracias a los programas de mejora genética y a las nuevas tecnologías de cultivo desarrolladas en las últimas décadas, el cultivo del arándano – fruto que históricamente ha sido cultivado en climas fríos – se ha adaptado con éxito a las condiciones climáticas de zonas mediterráneas y subtropicales, incluyendo regiones del sur de Europa o del norte de África. De hecho, 2023 es el primer año en la historia de este cultivo en el que América no ha producido la mayor parte de la oferta mundial, no por falta de desarrollo en la región, sino por el rápido crecimiento de la producción en otros lugares, particularmente en EMEA y Asia.
“El mercado busca un suministro constante durante las 52 semanas con expectativas cada vez más altas en cuanto a firmeza, vida útil, tamaño y sabor de la fruta, por lo que la industria busca ofrecer mejoras rápidas en arándanos”, afirma Burgert van Dyk, Director Regional de Fall Creek EMEA.
“En Fall Creek, nos esforzamos por ser una fuente principal de innovación, ofreciendo variedades de calidad que se adapten a condiciones de cultivo y niveles de frío específicos, permitiendo así a los productores aprovechar el mercado en expansión”, añade.
Claramente, el arándano es uno de los cultivos con mejores perspectivas de crecimiento y cuenta con más de 250 variedades diferentes en todo el mundo. “Las tendencias de las variedades de arándanos siguen siendo dispersas y caóticas, pero la consolidación está en marcha. En ese sentido, las variedades Fall Creek® destacan por sus continuas mejoras en sabor, textura, fácil cosecha, transporte a larga distancia, almacenamiento y calidad desde la congelación hasta la descongelación”, concluye van Dyk.