Hace años que la provincia de Granada cuenta con los embalses de Rules y Beznar pero sin poder ser utilizados como agua de riego para sus agricultores por la falta de infraestructura. Por su parte, en Málaga, donde hay mayor carencia de agua, se pretende reforzar el almacenamiento de la lluvia con la construcción de otra presa o a través del aprovechamiento del agua de depuradoras, “porque hay mucha agua que se tira al mar”, comentan desde el sector. “De hecho la presa de Marbella, en los últimos 15 años, 13 ha tirado agua al mar”, apunta Enrique Colilles, gerente de Trops.
Dado el crecimiento que experimenta el consumo de frutas tropicales, tanto el aguacate como el mango, como otras frutas más exóticas, desde estas dos provincias trabajan para que el desarrollo en el campo sea paralelo. Sin embargo, la falta de infraestructuras está llevando a los operadores hacia otras zonas de producción como Cádiz, Huelva, Valencia o incluso Marruecos.
La disponibilidad de agua supondría duplicar la producción actual de frutas tropicales en España y por tanto generar más de 15.000 puestos de trabajo, según apunta el Presidente del CR de la DOP Chirimoya de Granada y Málaga. “Algo que desde la Administración hacen caso omiso, un gobierno tras otro”, señalan. “Desde Vélez-Málaga a Almuñécar, tendríamos pleno empleo”, apunta Colilles. Por ello, son ellos mismos los que, viendo su gran fortaleza de los últimos años y ante las grandes perspectivas de crecimiento, están dispuestos a financiar las obras necesarias, con el respaldo de las entidades bancarias, como señala el presidente de la Asociación de Productores de Frutas Tropicales, José Linares: “El sector está dispuesto a pagar los 200 millones de euros para canalizar el riego”. Pero siempre que la Administración le de los permisos necesarios y le permita gestionar la infraestructura a ellos mismos, y hoy por hoy, aún no han llegado a acuerdo.