La semana pasada, el sector bananero sufrió otro golpe con la llegada de fuertes vientos y granizo, que destruyeron importantes plantaciones de banana en Tzaneen.
«Pasarán de seis a ocho meses para que los efectos positivos de las lluvias actuales se transformen en un incremento de la producción». El incremento de la producción de macadamia (Sudáfrica es ahora el principal productor global) también ha tenido un efecto adverso sobre la producción de banana: muchos agricultores de las regiones subtropicales han decidido arrancar las plantaciones de banana para plantar huertos de macadamia en su lugar. «En KwaZulu-Natal, la zona de plantaciones de bananas se ha reducido significativamente debido a la conversión a la macadamia».
A los productores de banana les preocupa que las actuales importaciones de banana que están haciendo las principales cadenas minoristas se conviertan en algo permanente y los echen del mercado. Se refieren al sector avícola sudafricano, que asegura que está al borde de la quiebra por las importaciones baratas de pollos.
El cultivo de tejidos de plantas de bananas libres de virus será cada vez más importante, pues el Conejo de Investigación Agrícola ha identificado en Sudáfrica el virus del ápice racimoso del banano (BBTV).
La enfermedad del ápice racimoso del banano (BBTD) se considera una de las más devastadoras para las bananas y los plátanos, según el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA), lo que da lugar a una pérdida total de la cosecha de las plantas infectadas. Esta enfermedad vírica, propagada por un áfido y por la difusión de material infectado, se ha identificado en 14 países africanos, principalmente en el África subsahariana, y ha desbastado hasta el 90% de las plantaciones en las principales zonas bananeras de Nigeria. Se producen brotes esporádicos de la enfermedad en la región del Pacífico y en Australia, donde los estrictos programas de control apuntan a restringir y gestionar la enfermedad. No obstante, la completa erradicación parece imposible y, en África occidental, la enfermedad se compara con el sida, indica el doctor Lava Kumar, director de la Unidad de Salud de Germoplasma y Virología y Diagnósticos del ITTA en Nigeria.
En junio de 2015, la enfermedad se detectó por primera vez en KwaZulu-Natal, en el sur de Sudáfrica. «Por lo que sabemos, la propagación del virus se contuvo en la plantación donde se halló en un principio, pero, por desgracia, se detectó en muestras de plantas tomadas en seis pueblos distintos cercanos a la plantación de KwaZulu-Natal, lo cual indica la propagación del BBTV en la región», añade la doctora Elize Jooste, del Instituto de Cultivos Tropicales y Suptropicales de Mbombela, Mpumalanga, perteneciente al Consejo de Investigación Agrícola. Las plantas infectadas se eliminaron conforme a los indicado (las plantas vivas no deberían ser arrancadas, ya que de este modo se dispersan más áfidos, sino que primero hay que matarlas con medios químicos) y la plantación fue puesta en cuarentena por el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca.
La doctora Jooste está al frente de un proyecto para el BBTV lanzado recientemente en Sudáfrica y que se prolongará tres años. «Se centrará en realizar estudios en todas las plantaciones de banana de las regiones productoras de Sudáfrica. Tomaremos muestras de material vegetal, así como áfidos en las plantaciones. Hace poco que se optimizó el protocolo de extracción de ADN no destructivo para permitir la detección del BBTV dentro del áfido. Usaremos este método como método de detección temprana del virus antes de que los síntomas sean visibles en las plantas». El proyecto compartirá información y estrategias de gestión con productores comerciales y también pequeños productores, y estará financiado por la Fundación Nacional de Investigación.