¿Es seguro comprar fruta cortada?
El consumidor debe saber que todo depende de en qué condiciones higiénicas se haya cortado esa fruta y cómo se conserve expuesta al público.
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Cada vez es más habitual encontrar en supermercados y fruterías mitades o incluso cuartos de algunas de las grandes piezas de fruta, como sandías, melones o papayas. Puede ser una opción para quien no se anima con una entera, o quien teme acabar tirando una parte, pero, ¿está en las mismas condiciones? La respuesta está en un estudio de AESAN, según recoge la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Es cada vez más habitual, y más ahora que empieza la temporada de las grandes frutas, encontrar en las zonas de frutería de super e hipermercados que venden medio melón, media piña o un trozo de sandía protegida con film. De esta manera se trata de llegar a un público que no se anima a comprar una pieza completa, y también de contribuir a reducir el desperdicio de alimentos, pero ¿es una buena opción? ¿No se estropean las frutas una vez abiertas?
Fruta, ¿a temperatura ambiente o en frío?
En el supermercado, la fruta entera suele estar expuesta en cajas o estanterías a temperatura ambiente, mientras que en la zona refrigerada encontramos las ensaladas en bolsa, verduras preparadas, la fruta troceada…
Pero en ocasiones las mitades de fruta no están en las neveras, sino a temperatura ambiente, lo que quizá pueda ser más problemático: la fruta una vez cortada presenta un mayor riesgo de contaminación, por la propia manipulación (higiene del cuchillo, tabla de cortar…) y porque en el proceso de corte y preparación la pulpa de la fruta, la parte comestible, que hasta ese momento está protegida por la piel o la cáscara, queda expuesta al aire y a agentes externos.
¿Es seguro consumir este tipo de producto? Un estudio de AESAN nos da la respuesta.
AESAN: Conservación de frutas cortadas por la mitad en comercios
Seguridad de la fruta vendida por mitades
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria, a partir de datos científicos y recurriendo a modelos predictivos, ha elaborado un completo informe centrándose en las condiciones de conservación de sandía, melón, papaya y piña, del que se extraen interesantes conclusiones.
- La fruta en mitades tiene una menor vida útil. Al mantenerla así hay más riesgo de crecimiento de microrganismos patógenos como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes.
- No todas las frutas son iguales: cuanto más ácidas sean y más maduras estén, mayor es el riesgo de deterioro y contaminación. De las 4 frutas (sandía, melón, piña y papaya) analizadas en el estudio de AESAN es la piña la que presenta mayor riesgo de contaminación y deterioro, lo que se explica por ser una fruta más ácida.
- La fruta en mitades en el punto de venta puede permanecer hasta 3 horas a temperatura ambiente sin que eso implique un riesgo microbiológico significativo, siempre que:
- La temperatura ambiente no supere los 25º C.
- El lugar esté ventilado y protegido de la luz solar.
- Tras la compra, la fruta se refrigere de forma inmediata (a menos de 5º C).
En resumen, una buena conservación es fundamental para garantizar la seguridad de estos productos. Con todo, a la luz de las conclusiones del estudio, es posible hacer unas recomendaciones tanto a los comerciantes o establecimientos, como a los consumidores.
Cómo evitar problemas
- En los comercios, quienes preparen y corten la fruta deben extremar la higiene de los utensilios y superficies de corte.
- Los establecimientos deben controlar las condiciones de exposición y almacenamiento: mantener la fruta alejada del calor, la luz solar y a la temperatura adecuada.
- Hay que descartar para el corte las frutas muy maduras y las que presenten heridas en la superficie.
Los consumidores que compren estas medias piezas:
- Harán bien evitando coger piezas muy maduras.
- Deben recortar todo lo posible el tiempo que pasa desde la compra hasta que meten la fruta en la nevera de casa.
- Hacer sitio en el frigorífico para colocarlas: deben mantenerse en refrigeración hasta que se vayan a consumir.
- Si no se consume todo el trozo, volver a meter en la nevera el resto cuanto antes, protegiéndolo con papel film o metiéndolo en un recipiente con tapa para evitar que se contamine. Aun así, es mejor no demorarse demasiado en consumirlo.
- Como siempre, al cortar la fruta hay que lavarse bien las manos y asegurarse de que los cuchillos y las tablas de corte estén limpias, para evitar contaminaciones cruzadas.
Recurrir a las frutas por mitades es una alternativa sostenible. Y si se cumplen las condiciones tanto en el supermercado como después en los hogares y se respetan las recomendaciones de conservación y consumo, también puede ser perfectamente segura.