¿Es posible aumentar el hierro en los cultivos de melón y pepino?
Un equipo de la Universidad de Córdoba ha descubierto los mecanismos que usa el hongo entomopatógeno Metarhizium brunneum para aumentar la adquisición de hierro en el melón y el pepino.
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Tras verificar su potencial como agente de biocontrol de plagas, los investigadores de la Unidad de Excelencia María de Maeztu–Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba Fabián García, Enrique Quesada, María José García y Meelad Yousef han descrito, por primera vez, cuáles son los mecanismos que la cepa Metarhizium brunneumEAMa 01/58-Su utiliza para que la planta aumente su contenido en hierro.
La institución académica ha informado este martes de que los hongos entomopatógenos, los microorganismos que causan enfermedad a la plaga de insecto, funcionan como un potente agente de biocontrol, un potencial que en la Unidad de Entomología Agrícola de la Universidad cordobesa han conseguido convertir en un producto de control sostenible de la mosca del olivo.
Pero, además, estos microorganismos tienen otra función, la de ayudar a las plantas a hacer frente a las deficiencias nutricionales, como la de hierro y aumentan por lo tanto su producción.
Tras comparar tres cepas de los hongos, Beauveria bassiana y Metarhizium bruneum, determinaron que M. brunneum EAMa 01/58-Su era la que más hierro ponía a disposición de la planta.
Estudiaron entonces qué respuestas de deficiencia de hierro eran inducidas por el hongo y comprobaron que “induce los dos principales genes de adquisición de hierro”, por lo que “digamos que hace que las plantas sean más eficientes en la absorción del hierro desde el suelo”, explica la investigadora María José García.
Estos microorganismos ayudan a las plantas en la adquisición de hierro de dos formas, directa e indirecta. “Los mecanismos directos son la parte a nivel molecular, los cambios que hacen los genes que inducen estos microorganismos para que la planta adquiera más hierro, mientras que la vía indirecta se da cuando están en el suelo, sin todavía afectar en la respuesta de la planta, sino simplemente porque estando en el suelo hacen más disponible el hierro para la planta”, según el investigador Meelad Yousef.
De esta manera, se añade valor al bioinsecticida desarrollado a partir de esta cepa.
La aplicación de este producto contra plagas clave en estos cultivos como el pulgón o la mosca blanca es muy efectiva y sostenible, ya que al estar hecha a partir de estos microorganismos no daña al medioambiente, pero ahora también tiene un plus certificado por este estudio, debido a que ayuda a la adquisición de hierro, haciendo que los agricultores puedan reducir la fertilización química, ahorrando daño medioambiental y económico.
Con este trabajo, se profundiza en el conocimiento de un agente de biocontrol que, ahora se ha comprobado, también ayuda a las plantas a ser más eficientes en la adquisición de hierro, aportando soluciones al gran reto que afronta la agricultura, el de reducir al mínimo el uso de productos de síntesis química que dejan una huella negativa en el medio ambiente