El directivo ha analizado en un encuentro con la prensa la situación de la compañía, sin desvelar los resultados concretos, que serán comunicados a la CNMV a finales de mes.
El grupo, con 33.000 trabajadores y una facturación superior a los 6.000 millones anuales, incluye los supermercados Eroski, más Caprabo, las tiendas de deportes Fórum y las perfumerías If.
Eroski en solitario volvió a beneficios en 2016 tras cuatro años de pérdidas, y el grupo consolidado logró ganancias antes de impuestos, tras ocho años de resultados negativos.
Markaide ha explicado que el grupo no ha conseguido un beneficio neto positivo por los cambios fiscales que introdujo el Ministerio de Hacienda, que redujeron el porcentaje de compensación de las pérdidas sobre los beneficios.
Los resultados ordinarios y las ventas crecieron «moderadamente» el año pasado, y además el grupo adelantó el pago de la deuda: amortizaron 500 millones, 200 más de lo previsto en el plan pactado con los bancos.
A enero de este año, el montante de la deuda era de 2.260 millones, y el objetivo es reducirlos a 1.600 dentro de cuatro años.
Este año, según Markaide, esperan ya volver a beneficios netos en todo la compañía. Eroski da por concluida la reestructuración de su red alimentaria, de manera que, en estos momentos, la única división del grupo sobre la que no se ha decidido si ponerla en venta o no es If, las perfumerías.
Así, en éste y los próximos años, hasta el 2020, espera crecer un 4 por ciento anual en sus ventas y lograr una mejora del ebitda del 6 por ciento anual. Además, invertirá entre 100 y 120 millones anuales, sobre todo en renovar su actual red.
Se va a concentrar en la zona Norte de España, desde Galicia hasta Baleares, donde es más fuerte y su cuota de mercado es del 18 por ciento.
La mejora de la situación del grupo también va a ser percibida por los cooperativistas -son 14.000 de los 33.000 trabajadores del grupo- que van a ver incrementado por primera vez en años el anticipo que reciben. En los últimos años, los socios cooperativistas han soportado unas pérdidas en su cuenta de capital -en la que reciben los beneficios cuando los hay- de 118 millones de euros, dinero que les será compensado en los próximos años.
La filosofía del grupo se va a basar en dos pilares: la diferenciación, apostando por los productos saludables, y la competitividad, con una mejora de los precios, para lo que ya tenía alianzas internacionales -Alidis, entre otras con las compañías Intermarché y Edeka- y en España las ha firmado con Día.
Precisamente la alianza de compras con Día ha sido objeto de denuncias ante la Comisión Nacional de la Competencia. Markaide ha explicado que no prevén ningún problema porque a la comisión «le llevó poco tiempo entender que era una alianza para comprar, no para vender, y por tanto que beneficia la competencia al trasladar al cliente mejores condiciones».
Por último, Markaide ha asegurado que la reciente entrada en Euskadi de nuevos competidores, como Mercadona, les ha afectado muy poco en su cuota de mercado, donde se mantiene en alimentación entre el 32 y el 33 por ciento. Según Markaide, los afectados por la llegada del gigante valenciano han sido los pequeños comerciantes tradicionales.