Enrique de los Ríos de UNICA: «Nos hace falta más cooperación»
Enrique de los Ríos Porras, General Manager de Unica.
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Agua, cambio climático, plástico, guerra, Brexit, subida de costes, sostenibilidad, ultraprocesados, gobernanza, etc… Todos los días un susto. Raro es el día que no hay situaciones como las descritas para el sector agroalimentario y, en especial, para las frutas y las verduras. Y es que el futuro ya no es lo que era, pero tampoco sabemos lo que es; lo que sí sabemos es que es imposible de prever. Refugiarse en la eficiencia y, especialmente en bajar los costes como única actividad de la empresa, es temerario. ¿Y si eso que haces tan eficientemente no deberías estar haciéndolo? Los costes de la actividad nuclear han de estar todo lo bajos que se pueda, pero más importante es hacer lo que sea necesario en cada momento, repito, en cada momento.
El futuro te lanza un penalti tras otro que has de intentar parar y no tienes tiempo ni para adaptarte, lo tienes que parar como puedas y reponerte para el siguiente. En esta situación, lo único que vale a título individual es: ser grande, ser fuerte, ser ágil, reaccionar rápido, cambiar rápido y lo más barato posible. ¿Es esto suficiente para asegurar la supervivencia y el progreso? No. Nos falta lo que define al hombre como especie ganadora, y no es la sacrosanta competitividad, es la cooperación en la unidad de acción.
Por muy grande que cualquiera piense que es como empresa, frente a retos legislativos a nivel europeo o nacional, a cambios climáticos, a cambios de hábitos en el consumidor, a subidas de costes de insumos, etc., no cabe otra cosa que la unidad de acción coordinada de grandes grupos de empresas. La unidad de acción se perfila como la última frontera del sector agroalimentario español. Ya sabemos hacer muy bien calidad, servicio y precio a título individual, lo que no sabemos hacer es lobby y marketing en equipo. Estamos diseñados para lograr la eficiencia y la competitividad individual, pero no en grupo. Esta capacidad de actuar en común, de cazar el mamut mediante acciones coordinadas, es lo que nos sacó de las cavernas y lo que nos puede volver a ayudar a afrontar los grandes retos de nuestro tiempo.
Estamos diseñados desde la escuela primaria y desde la escuela de negocios para ser egoístas individualistas. El que levanta la mano para activar la acción común es tonto, sospechoso o tiene mucho tiempo libre. Lo damos todo en la empresa y muy poco o nada en la acción común entre empresas. Tenemos a nuestras asociaciones y organizaciones al límite de la subsistencia presupuestaria y, lo que es peor, en algunos casos nuestras asociaciones son parasitadas por interesados individuales que se limitan a hacer un ineficaz barniz de acción común. Sin embargo, cuando llegan los problemas de verdad, todos queremos una OTAN a nuestro servicio. Por favor, si eres un responsable de cualquier empresa, dedícale atención, tiempo y recursos al lobby y marketing colaborativo en asociaciones, organización o directamente con otras empresas. Aquí no hay competencia, solo bien común.
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