Tras la respuesta positiva de la pasada edición, Plant Nursery Area, la exposición dedicada a los viveros y a las innovaciones varietales, vuelve a Macfrut 2024 (del 8 al 10 de mayo en Rimini Expo Centre). La industria italiana de viveros frutales representa uno de los sectores estratégicos de las cadenas de producción internacionales. Las cifras presentadas recientemente por CIVI Italia, el consorcio nacional interprofesional que agrupa al 90% de los viveros profesionales y unión de cultivadores, hablan por sí solas: cerca de mil empresas activas en el sector, 16.000 hectáreas de material de propagación vegetal afectado, más de 80 mil trabajadores empleados anualmente, un valor de producción de más de 600 millones de euros y una cuota de exportación, cada vez mayor, de alrededor del 50% del producto.
Italia, líder en viveros frutales
Italia es el líder europeo en viveros frutales, con una producción anual de 330 millones de plantas de frutos rojos, más de 50 millones de plantas frutales y la misma cantidad de portainjertos. Le siguen los Países Bajos, con una producción de 250-300 millones de fresas y frutos pequeños, 40 millones de portainjertos y 9 millones de plantas frutales.
«Más allá de estas cifras, aunque sean importantes, la excelencia de la industria italiana de viveros frutales en el ámbito europeo e internacional está demostrada gracias al alto nivel de calidad y de cumplimiento en ámbito genético y sanitario que el sector italiano de viveros es capaz de ofrecer hoy a los productores. – señala Luigi Catalano, director de CIVI Italia – Para elevar al máximo estas prestaciones y promover la calidad de sus productos en el mercado europeo e internacional, CIVI Italia, en colaboración con Masaf (Ministerio de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Silvicultura), ha adoptado un nuevo sistema de certificación de viveros, denominado QVI-Qualità Vivaistica Italia (Calidad de Viveros Italia), con niveles de calidad y garantías superiores a los que exigen como norma los sistemas de certificación europeos». Gracias a ello, la producción italiana de viveros con la etiqueta QVI cuenta ahora con 12 millones de plantas frutales, 250 millones de plantas de fresa y 30 millones de portainjertos.
El punto fuerte del programa de conferencias de la Plant Nursery Area de Macfrut 2024 será IRS – International Rootstocks Symposium, un evento de inmersión total de dos días organizado junto con SOI (Sociedad Italiana de Horticultura y Floricultura) y CIVI Italia, dedicado a las innovaciones genéticas en el sector de los portainjertos. El evento está dividido en cuatro seminarios para la actualización y el análisis en profundidad de los resultados de la investigación pública y privada de 25 proyectos internacionales sobre manzanos, perales, frutas de hueso y cítricos.
«Considerando los cambios que se están produciendo a nivel mundial, ya era hora de volver a hablar de portainjertos y no sólo de variedades», explica Stefano Lugli, coordinador de la muestra y organizador del IRS junto con Stefano La Malfa. «De hecho, las actuales tendencias mundiales implican la necesidad de generar innovaciones genéticas y tecnológicas, y también de empezar a pensar en una transformación de los actuales modelos de cultivo para hacer frente, por un lado, a una mayor demanda de sostenibilidad en la producción frutícola y, por otro, a la necesidad de implementar estrategias oportunas para sobrellevar el actual cambio climático. En este contexto, la investigación para la innovación genética de los portainjertos es un camino mucho más eficaz y previsor que la carrera desenfrenada e incontrolada hacia nuevas variedades. En esencia, el problema debe resolverse ante todo desde la raíz, es decir, el portainjerto».
Dificultades ante la climatología extrema
Davide Neri ofrecerá la conferencia inaugural del simposio internacional sobre portainjertos y hablará precisamente de la importancia de las raíces, el corazón y la mente de toda planta. «En varias zonas dedicadas a la fruticultura», señala Neri, «se están extendiendo problemas degenerativos con importantes pérdidas y numerosas plantas muertas como consecuencia de fenómenos extremos relacionados con la actual crisis climática. La degeneración del peral, la muerte del kiwi y los patógenos radiculares de los cítricos son los más preocupantes, pero también los manzanos, melocotoneros y cerezos presentan daños que no dejan de ser importantes. En este escenario», prosigue Neri, «los fenómenos climáticos extremos, cada vez más frecuentes, con una distribución errática de precipitaciones intensas que se alternan con periodos prolongados de sequía y las temperaturas de verano elevadas y prolongadas, hacen menos resistente el sistema basado en portainjertos muy débiles y poco vigorosos con daños a la planta.
Por lo tanto, las posibles estrategias para mejorar el sistema están relacionadas con la necesidad de utilizar recursos genéticos más tolerantes al estrés abiótico y de llevar a cabo operaciones de cultivo que permitan un mayor bienestar de las raíces en condiciones de fertilidad limitada del suelo y de fenómenos meteorológicos extremos. En concreto, para mejorar «el corazón y la mente» de nuestro huerto es necesario comprender mejor la arquitectura del sistema radicular con respecto al vigor del árbol; la biodiversidad necesaria para el funcionamiento de la raíz en una biocenosis simplificada; y la respuesta de la raíz ante la intensificación de los cultivos y la crisis climática».