Más conservación
El sector de la patata en España reclama una mayor presencia de esta hortaliza de origen nacional en los lineales durante los doce meses del año para incrementar sus ventas, aunque reconoce que su punto débil radica en que los productores no están tan profesionalizados como en Francia, donde conservan la patata, mientras que en España esta labor la están realizando los envasadores.
“El sector de envasado en España sí tiene un alto grado de profesionalización”, asegura David Cantarero, product manager de la categoría de Patatas y Cebollas de Fernández Global Fruit Group, que indica que los agricultores “tendrían que invertir en cámaras para guardar las patatas después de la cosecha y así poder aguantar más la venta durante el año”.
Patata nueva
A juicio de Cantarero, el impulso definitivo de la patata nueva frente a la de conservación se hará realidad cuando “la recolección sea más pausada y espaciada” en el tiempo, lo que permitirá “tener patata nueva durante más meses”, aunque reconoce que el clima representa un “riesgo para el agricultor” a la hora de plantar antes, por el frío del invierno, o después, por las elevadas temperaturas del verano.
Respecto a los retos, David Cantarero señala que el sector necesita investigar y desarrollar nuevas variedades más productivas, con una mejor presencia física y un mayor valor culinario, además de resistentes a la sequía, lo que permitirá hacer frente a la escasez de agua en las zonas productoras. De esta forma, podremos afrontar “el incremento de costes en electricidad, fertilizantes, plásticos, mano de obra y cartón, que se han disparado”. Por último, reconoce que están intentando repercutir este aumento en el producto lo menos posible, aunque “está siendo difícil”.