El salto innovador hacia un sabor superior de Grupo La Caña
La compañía mejora continuamente sus procesos a través de actividades I+D+i, atentos a las necesidades actuales del sector.
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Inma Sánchez
Grupo La Caña lleva muchos años impulsando su actividad a través de la innovación. “La tecnología puede ayudar a dar valor al tomate en varias etapas de su producción, procesado y comercialización, en diferentes ámbitos de investigación”, resalta Antonio García, director comercial de Grupo La Caña, que avanza algunos de los proyectos que están desarrollando.
El proyecto REALM se centra en investigar el reciclado de aguas residuales de cultivos hidropónicos de invernadero mediante la producción de biomasa de microalgas. En esta línea, son miembros del proyecto Grupo Operativo ‘Uso eficiente del agua en cultivos hortícolas bajo invernadero’ “que analiza la implantación y eficiencia de nuevos sistemas de riego en cultivos hortícolas bajo invernadero que permitan el máximo aprovechamiento de los recursos hídricos”, detalla García.
Destaca también el proyecto FOOD4STROKE para desarrollar, mediante procesos de extracción sostenibles, “novedosos ingredientes con efecto neuroprotector a partir de materias primas procedentes del sector agroalimentario para el posterior desarrollo de alimentos funcionales que ayuden a la prevención de enfermedades cerebrovasculares”. Para ello, colaboran con Indukern, Acer Campestres, Cosmos Aromática Internacional, Dcoop, Go Fruselva y ECONATUR, así como con HT Médica (sector sanitario) y organismos como Fundación TECNALIA Research & Innovation, FISEVI-IBIS, IBVF y el CSIC.
Por su parte, el proyecto ZeroWaste creará nueve living labs en Europa para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. En el caso del living lab andaluz, el objetivo es evaluar la vida útil y el cumplimiento de los requisitos de venta al por menor de frutas y hortalizas, en una etapa temprana, mediante análisis no destructivos y técnicas de clasificación de atributos múltiples.
Y también participan en proyecto ATENEA, “para desarrollar una plataforma digital colaborativa orientada a la gestión de manera ágil y dinámica de las operaciones productivas capaz de desarrollar un modelo polivalente compacto de control dinámico del ciclo de fabricación y gestión de la trazabilidad de todos los elementos que conforman un producto agroalimentario”, explica el director comercial.
Equidad, transparencia y sostenibilidad
La Caña ha promovido desde sus inicios la equidad, la transparencia y la sostenibilidad en todos sus procesos, buscando la satisfacción del cliente y la rentabilidad para el agricultor.
“Ahora bien, los márgenes han de ser adecuados para cada actor de la cadena”, resalta García, que confiesa que, en la actualidad, “encontrar el equilibrio se hace cada vez más difícil, con una inflación acusada en los dos últimos años con precios insostenibles en los insumos, tanto para los agricultores (abonos, fitosanitarios, costes laborales), como para nosotros (electricidad, packaging, nuevas certificaciones y costes laborales)”.
Competencia desleal de la producción marroquí
Los datos de la Comisión Europea prevén una caída del 21,5% de la superficie y del 22% de la producción de tomate fresco en España hasta 2035 por la competencia desleal de la producción marroquí. “En la retina tenemos aún las imágenes de las manifestaciones y tractoradas de agricultores de toda Europa, unidos en una justa reivindicación sobre la permisividad de entrada de producciones de tomate marroquíes, que la actual “Europa Verde” no quiere reconocer como necesidad para que las producciones de sus países miembros sean rentables y ayuden a la sostenibilidad económica y de desarrollo de todos”, lamenta García.