El problema de la desinfección en berries, ¿un punto de inflexión para el sector?
La denegación de la renovación del uso excepcional del dicloropropeno y la cloropicrina para la desinfección de suelo en viveros de altura de fresa y la reducción del uso del methan sodio de 1.000 a 300 litros por hectárea crean una situación de incertidumbre en la que los agricultores pueden abandonar el cultivo, poniendo en peligro el futuro del sector ante la falta de herramientas para poder desarrollarse.
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Reglamento a favor
¿Por qué no un año más de uso excepcional? Así lo ha transmitido el sector a Valentín Almansa, director de Sanidad y Producción Agraria del Ministerio, al reunirse con él para abordar el problema. Sin embargo, Gustavo Herranz, presidente de la Asociación Nacional de Viveristas de Planta de Fresa, manifiesta que no han logrado hacerle cambiar de postura. Herranz defiende que, legalmente, tanto el Gobierno español como la UE deben permitirle al sector el uso de estas moléculas “porque no ha cambiado nada en materia legislativa europea con respecto al año pasado, basándonos en el reglamento 1.007 del artículo 53 y porque no hay otra alternativa”. Además, señala que “los viveristas de países terceros o incluso europeos como Portugal tienen permitido el uso de estas moléculas y la venta de su planta a Europa, lo que no tiene sentido”. “Esta decisión conllevará la pérdida de empleo, de fijación de población rural, un gran daño socioeconómico en el segundo sector de viveristas de planta de fresa más grande del mundo”, añade, haciendo a su vez alusión al daño sanitario que podría ocasionar a nivel global. En este aspecto, Alfredo Arcos, presidente de Freshuelva Viveristas incide: “La calidad sanitaria de la planta será consecuentemente muy deficiente en la zona de producción de Huelva”. Por ello, Rafael Domínguez, gerente de Freshuelva, comenta que ya algunos productores están estudiando la opción de trasladar el cultivo a Portugal, con la consecuente pérdida de empleo y riqueza que supone para la provincia.
Un paso atrás
Fruto de esta realidad, hacemos alusión a una entrevista televisada en la que un reportero preguntaba a un productor de leche gallego cómo iban a afrontar la falta de rentabilidad, a lo que el ganadero contestó: “El problema no es mío, es vuestro, porque os quedaréis sin suministro”. Esta misma situación se podría trasladar a la producción de frutos rojos, como nos señalaba Emilio Bardón, de Viveros California, porque, al final, las dificultades que atraviesa el sector se ven reflejadas en un descenso de la oferta para el consumidor, menor calidad de producto o precios excesivamente altos. Cada piedra o restricción que se le pone al productor supone un paso atrás en la alimentación y el Estado del Bienestar actual. ¿Hasta cuándo se puede tirar de la cuerda?
“En la zona de viveros al menos podemos rotar el terreno cada tres años con otro cultivo, pero en Huelva no, y, una vez que hayan desinfectado con methan sodio, no pueden volver a hacerlo hasta los tres años”, explica Juan Cejudo, responsable técnico de Cuna de Platero. En viveros han podido adelantarse a la prohibición en su mayor parte, solo una mínima superficie ha tenido que aplicar methan sodio. “Funciona, pero provoca más malas hierbas y, por tanto, más necesidad de mano de obra para tratar el terreno, otro de los hándicaps del sector”, comenta Javier Palacios, presidente de Viveros Río Eresma.
Nuevo escenario varietal
Ante esta situación, se abre un nuevo panorama de reparto varietal. Los viveristas han reducido la superficie de plantación de forma generalizada de las variedades más sensibles a enfermedades como puede ser Fortuna de cara a la próxima campaña. En contraposición, el sector obtentor también ve esta situación como “una oportunidad para las variedades más rústicas”, como apuntan desde Eurosemillas su director técnico, Paco Jover, y Manuel Cano, su gerente. “Habrá que volver a reinventarse como sucedió tras la desaparición del bromuro de metilo”, añaden, confiando en la diversificación de la renovación varietal para responder a las necesidades actuales. Por esta línea apuestan también otros obtentores como Planasa, cuyo nuevo programa tiene puesto el foco en la rusticidad, incluso realizando ensayos con plantaciones en suelos sin desinfectar con buenos resultados, como detalla su director de Sanidad Vegetal, Enrique Centeno.
El sector obtentor ve esta situación como una oportunidad para las variedades más rústicas
Subida de los costes
La obligación de contar con más terreno para la rotación, más mano de obra para la eliminación manual de malas hierbas, unido al menor rendimiento esperado son aspectos que encarecerán la producción de planta de fresa en vivero. Esto se une a la situación actual de costes, difícil de manejar. Un ejemplo de cómo afecta al vivero de planta de fresa es la crisis de los contenedores, que ha obligado a algunas empresas a importar planta madre por avión, encareciendo enormemente el envío. Y la logística es un aspecto importante ahora que el sector está creciendo en Sudamérica, destacando países como Brasil.
Para esta campaña de vivero de planta de fresa se espera un desarrollo normal y buen estado de la planta. La preocupación vendrá para la producción en Huelva, que ya no dispone de esas herramientas, y para los años venideros en ambas zonas. Desde las asociaciones no cesarán en su lucha hasta conseguir aprobar de nuevo el uso excepcional, que ven como la única vía posible.
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