El final de la Semana Santa ha supuesto un punto de inflexión para el mercado de la sandía, que poco a poco comienza a activarse. “Los supermercados de países como Alemania o Francia están aumentando sus pedidos”, afirma en declaraciones a la revista MERCADOS Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, quien apunta que este producto, incluso, ha incrementado su precio, pasando de unos 0,35 euros/kg la semana pasada a unos 0,50 euros/kg en estos días (+30%). Aun así, insiste: “Continúan siendo precios bajos para el mes de abril”.
Hace ya en torno a 10 días que Costa Rica dejó de exportar sandía a Europa, mientras que Senegal “cerró la exportación la semana pasada”, confirma Víctor González, responsable de Marketing de Grupo AGF. Por todo ello, en esta ocasión, no ha habido prácticamente ningún solape entre las producciones de terceros países y la almeriense: “No hay stock”, comenta González, quien apunta a que, aunque el consumo continúa sin ser elevado, la menor oferta en estas fechas ha impulsado el precio del producto español.
Cooperativas como Coprohníjar reconocen que, hoy por hoy, el mercado de sandía está “animado”, afirma su presidente, Juan Segura, que señala el “cambio de tendencia” experimentado en la demanda y espera, sobre todo, que se mantenga. En su caso, ya a principios de esta semana cortaron en torno a 70.000 kilos.
Motivos para el optimismo
Supermercados como Mercadona o Consum tomaron la determinación hace semanas, y siguiendo las recomendaciones de Sanidad, de no cortar sandía en cuartos o mitades en sus lineales; sin embargo, todo apunta a que esta situación podría cambiar. En este sentido, Andrés Góngora avanza que, a partir de esta semana, “Mercadona podría retomar el corte de la sandía directamente en tienda”, algo que confirma también Miguel López, gerente de SAT Costa de Níjar: “Mercadona está cortando sandía”, dice.
Esta es, sin lugar a dudas, una buena noticia para los productores, que veían cómo la menor frecuencia de compra de los consumidores –que visitan el ‘súper’ una vez a la semana- y el gran tamaño de la sandía suponían dos grandes hándicaps para el consumo. Mientras dure el confinamiento, esa menor frecuencia de compra se mantendrá, aunque la posibilidad de llevarse a casa una mitad o cuarto de sandía puede implicar que esta acabe en las neveras. Así lo creen los productores, entre ellos Grupo AGF. “Si se activa el corte en tiendas y, además, mejora el clima, tenemos motivos para el optimismo”, afirma Víctor González.
La mayor pérdida para el sector sigue viniendo, en cualquier caso, por parte del canal Horeca, cerrado a cal y canto y que, difícilmente, se recuperará en los próximos meses. “Hay muchos agricultores que cultivan sandías de gran calibre, entre 7 y 8 kilos, que se distribuyen a través de hoteles y restaurantes”, explica Góngora, quien pone en cuestión la salida que, a partir de ahora, pueda tener ese producto.