Si algo deja bien a las claras que la crisis del tomate no es nada pasajero, es el hecho de que, en el Campo de Níjar, la zona tomatera por excelencia en la provincia de Almeria, el pimiento, y en concreto el bio, también le ‘come’ hectáreas a este cultivo.
“Hemos pasado de no tener nada de pimiento en Níjar hace 10 años a tener algo”, comenta Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, quien explica el auge de este cultivo en la zona por dos motivos fundamentales: por un lado, porque hay agricultores –y empresas- del Poniente, eminentemente pimenteros, que están comenzando a producir en Níjar y, por otro, por el propio auge del ecológico en esta comarca, donde el 20% de su superficie total de cultivo se destina a estas producciones.
Murgiverde es, precisamente, una de esas empresas del Poniente que cuenta con plantaciones de pimiento bio en Níjar. Según explica su presidente, Antonio Sánchez, “el diferencial de precio entre el tomate bio y el convencional es muy pequeño, por lo que estamos animando a productores de la zona a dejar el tomate ecológico y pasarse al pimiento”. Un trasvase que hoy día es posible gracias a la mejor calidad del agua de riego.
Según datos de la Junta de Andalucía relativos a la campaña 2018/2019, mientras el tomate convencional alcanzó un precio medio de 0,61 euros/kg (sin considerar el cherry), el ecológico se vendió a apenas 0,67 euros/kg, y eso a pesar de que “tiene unos costes de producción más elevados”, insiste Sánchez.
En el pimiento, y como ya apuntaba el presidente de Murgiverde, sí existe –al menos de momento- un precio claramente diferenciado entre un producto y otro: 1,05 euros/kg para el bio y 0,77 euros/kg el convencional, según los datos de la Administración andaluza.
La superficie protegida de pimiento ecológico ha sumado esta campaña 2019/2020 unas 450 hectáreas, cifra que continuará incrementándose, tal y como recogen las previsiones de la Junta de Andalucía gracias, en parte, a estas mayores plantaciones en la zona de Níjar.