Si bien es cierto que la menor producción ha favorecido la comercialización de las hortalizas en los mercados, la campaña 21-22 se caracterizó por un contexto económico y geopolítico marcado por la invasión rusa de Ucrania, la subida de costes de los insumos, la sequía como consecuencia del inexorable cambio climático y la dependencia de la evolución de los mercados energéticos. Esto supuso, solo para los invernaderos almerienses, un aumento del 12% del total de gastos por hectárea.
POR CULTIVOS
Calabacín. La superficie destinada a esta hortaliza se ha mantenido estable, aunque con un ligero retroceso respecto a 2020/21, 8.013 ha (-0,6%). Respecto a la producción, también se redujo levemente hasta alcanzar las 499.901 Tn (-4%), condicionada por la meteorología.
Berenjena. Junto al pepino, son las dos únicas hortalizas que han mejorado sus volúmenes respecto a la campaña anterior fruto de una mayor superficie de plantación, sumando 2.387 ha (+4,8%) y superando las 220.897 Tn (+3,9%).
Brócoli y coliflor. El primero creció un 30,5%, pasando de 192.514 a 251.268 Tn; y mayor, si cabe, es el crecimiento de la coliflor, de un 41%, pasando de 30.105 Tn a 42.455. Ello debido, principalmente, a la superficie destinada a ambos cultivos, que aumentó en más de 3.000 hectáreas con respecto a la campaña anterior.
Lechuga. Murcia y Almería, las grandes zonas productoras, sufrieron una leve caída de la superficie, según informa el Ministerio de Agricultura, a pesar de la tendencia positiva de la región murciana en años anteriores.
PEPINO
En este análisis queremos hacer especial hincapié en el pepino. La mejora de sus precios en la pasada campaña, un 39% superiores (pasando de 323.539.000 € a 450.907.000 € en la 21-22), le hacen liderar el crecimiento en valor de todas las hortalizas y lo señalan como un valor de futuro.
Se trata del único producto que mejora en precio, producción y superficie, además de haberse situado en la segunda posición tras el pimiento en aumento de producción y superficie en los últimos cinco años, creciendo un 12,4% y un 10,7%, respectivamente. Cabe destacar, además, que su valor no se incrementó, como en el resto de hortícolas, fruto de los menores volúmenes a consecuencia de la meteorología.
Así, en un contexto donde, por un lado, el tomate parece haber frenado la caída de superficie y producción, motivado por la ventana que, por ahora, está dejando Holanda debido a la subida de costes energéticos. Y, por otro, el pimiento se consolida como líder por sus menores costes de producción frente al tomate. El pepino se erige como alternativa, más concretamente el tipo holandés, que se produce en Almería, con un mayor rendimiento y mejores precios liquidados en los mercados. Complementariamente, sigue aumentando la superficie de Mini, con cada vez una mayor demanda en Europa.
Desde las casas de semillas apuntan a que las nuevas variedades con mayores paquetes de resistencias y mejor postcosecha están ayudando a que el plástico no sea un obstáculo en la comercialización en Francia o Alemania, sus principales mercados.
LÍNEAS DE TRABAJO PARA 2023
Rentabilidad
Para mantener este crecimiento y los precios alcanzados, el sector debe posicionarse en la calidad y la postcosecha como único camino para aumentar su rentabilidad. Aunque se prevén reducciones de costes tras dispararse en 2020 y 2021, estos serán progresivos y no sabremos cuándo volverán a valores normales.
Sostenibilidad
La sostenibilidad ha estado marcada en las últimas campañas por las directrices de Europa, sin embargo, cada vez es más valorada por los consumidores. El sector lleva años trabajando en este sentido, pero no debe cesar ahora. La sostenibilidad del suelo, la eficiencia en el uso del agua o el plástico serán los puntos clave.
Consumo
Los europeos han disminuido sus importaciones cerca de un 10,5% en 2022, la inflación está haciendo mella en el bolsillo de los consumidores. En consecuencia, la reducción productiva de Holanda, que en un principio se tituló como oportunidad para las producciones españolas, no deben ser un aliciente, sino un indicador que evite posibles excesos de oferta.
Digitalización
Es el otro gran argumento para aumentar la rentabilidad, junto a la reducción de costes. Esta estrategia será la que permita mejorar la toma de decisiones y la eficiencia de los recursos disponibles. Se incorporarán también con mucha fuerza la Inteligencia Artificial o la robótica para mejorar la productividad de las empresas.