Las primeras patatas de la campaña en Castilla y León comenzarán a arrancarse en unos diez días, según recoge hoy el diario El Norte de Castilla. «La semana pasada ya se empezaron a quemar algunas porque las que se sembraron pronto están a punto», confirmó Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (APPACYL).
La variedad más temprana es la Colomba y según la percepción de Arroyo, «el mercado está muy deseoso de patata porque la campaña viene algo escasa».
Hay varios factores que hacen pensar en una campaña «muy fluida y con algunos picos de necesidad», entre los que se incluye, en primer lugar, que esta temporada en Castilla y León se han sembrado 1.000 hectáreas menos, cultivándose en la actualidad 16.363 hectáreas.
Por otra parte, «el cultivo llega con una semana de retraso porque las altas temperaturas de hace unos diez días cortaron el ciclo» y, por último, Arroyo recordó que «ha salido mucha más patata al mercado porque hay más gente consumiendo».
En cuanto al estado del cultivo, «está sano y se ha podido acompañar muy bien con el riego porque se han reducido otros cultivos hortícolas».
Otra cuestión que trae de cabeza cada año a los agricultores es el precio y de momento, hasta que no se inicien las operaciones con los primeros arranques, la referencia llega desde Sevilla, con un precio de 0,40 euros/kilo. Arroyo concluyó que «con la necesidad que vemos, no es una campaña que se aprecie a la baja y en los primeros arranques, mínimo, se mantendrán esos precios», al tiempo que aconseja a los productores que «no aceleren los arranques porque nos perjudicamos nosotros mismos, no hay que correr para sacar patata al mercado, tienen que ir madurando con el tiempo necesario».
Por último, la Interprofesional de la Patata en colaboración con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), está trabajando en el desarrollo de la marca colectiva ‘Patata de Castilla y León’.
La región es la primera en cuanto a producción de patatas, representando en torno al 38% de la producción total del país, con más de 800.000 toneladas.
La importancia de este sector en la industria agroalimentaria es evidente, pues entre los principales operadores nacionales, tanto de producto fresco como de patata frita y aperitivos, están ocupados por empresas asentadas en Castilla y León.
Fuente: El Norte de Castilla
