Tres años después que las autoridades rusas acordaran el cierre de sus fronteras a productos agroalimentarios de la UE por valor de unos 5.300 millones de euros, el sector de frutas y hortalizas español y comunitario siguen sufriendo esta campaña los bajos precios y la existencia de excedentes ante la imposibilidad de operar en ese mercado. Mientras otras producciones, como las carnes y especialmente el porcino, abrieron otros mercados alternativos básicamente en los países asiáticos y especialmente en China, en el caso de las frutas y hortalizas Europa sigue siendo la salida principal para los productores de todos los Estados miembros. Esta situación ya se ha traducido esta nueva campaña en caídas de precios de entre 0,40 y 0,50 euros en origen para melocotones y nectarinas, a pesar del incremento de la demanda en España por la ola de calor.
Los excedentes y los bajos precios también han provocado ya tensiones en los mercados comunitarios que han dado lugar a las primeras agresiones de los agricultores franceses contra cargamentos españoles de frutas de hueso como melocotones, nectarinas, pavías o paraguayas. Los agricultores españoles han denunciado la actitud de los productores franceses, han reclamado medidas comunitarias para evitar este tipo de situaciones y han señalado que ellos son también víctimas de la falta de mercados.
Rusia era un mercado muy importante para el sector español de frutas y hortalizas. En el mercado ruso se comercializaban anualmente una media de 230.000 toneladas por valor de unos 240 millones de euros de forma directa. Entre las partidas más importantes se hallaban unas 65.000 toneladas de melocotones y nectarinas con una cuota en ese mercado superior al 50%; 35.000 toneladas de mandarinas, 13.000 toneladas de caquis,11.000 toneladas de limones o 40.000 toneladas de tomates.
Sin embargo, según los datos manejados por el sector, las exportaciones reales se situaban en unas 700.000 toneladas, debido a que había partidas que salían teóricamente para otros mercados comunitarios, como el holandés o el alemán, y desde allí los operadores las reexportaban al mercado ruso. El hueco dejado por los productores comunitarios ha sido cubierto fundamentalmente por Turquía, Bielorrusia o Macedonia.
Fuentes de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, Fepex, señalan la dificultad para encontrar mercados alternativos similares en dimensiones, diversidad en la demanda y logística al de Rusia. En el caso de frutas de hueso como melocotones y nectarinas, se han abierto mercados como los de China y Canadá, si bien el volumen de ventas hasta la fecha es insignificante. Desde el sector productor se reclama a las autoridades comunitarias un mayor esfuerzo para la apertura de nuevos mercados.
Bruselas aprobará esta semana un nuevo reglamento por el que se fijan las cantidades que se pueden retirar en este ejercicio en base a los fondos comunitarios por el veto ruso para dar más agilidad a los mercados. Estas partidas sufrirán un recorte medio del 15% sobre las autorizadas en la campaña anterior y se concretan en 1.995 toneladas de peras y manzanas, 1.175 en ciruelas, 14.100 de cítricos y 9.775 de melocotones y nectarinas, además de eliminar la retirada de hortalizas donde se contemplaban tomates, pimientos o zanahorias.