Renovación varietal. Actualmente, estamos asistiendo a un ciclo de mejora de la oferta de melón tras unos años de crisis de identidad y calidad. En todas las regiones productoras se está llevando a cabo un gran cambio varietal, una renovación de materiales buscando mejorar la postcosecha sin renunciar a las carnes y un buen nivel de grados Brix. Variedades históricas están cediendo su trono a nuevas protagonistas que se imponen por su rentabilidad y menor exigencia en el cultivo.
La recuperación del Piel de Sapo. Es cierto que el melón Piel de Sapo ha sufrido durante muchos años una crisis de calidad y producción, y que se han realizado muchos experimentos que han provocado el rechazo del consumidor. Sin embargo, y como consecuencia de la renovación varietal que comentaba, el buen melón español comienza a mostrar de nuevo su mejor cara a quienes se acercan a redescubrir sus bondades, también en los mercados de exportación. El éxito llegará cuando consigamos un buen producto alejado de ofertas y precios bajos, que confunden al consumidor y perjudican la imagen global del melón.
Rompiendo con la estacionalidad. La sandía, por su parte, ha sido y es una garantía de estabilidad y continuidad en la calidad que ha permitido fidelizar a muchos consumidores en todos los mercados, y eso a pesar de su gran estacionalidad; es más, posiblemente sea la fruta con el consumo más dependiente de las altas temperaturas. De momento, sigue sin estar disponible en el lineal todo el año, aunque, poco a poco, mejora en este aspecto gracias a nuevas zonas de producción, pruebas de cultivo y fechas de trasplante.
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