Así lo ha explicado en declaraciones a Efeagro el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Granada, Nicolás Chica; es la provincia donde se produce la mayor parte del espárrago verde del país y donde hay plantadas entre 6.700 y 7.000 hectáreas, según los datos de UPA.
En una temporada normal, la producción de espárrago verde puede llegar a las 37.000 toneladas, una cantidad que contrasta con la merma en torno al 10 % y al 15 % que se produjo el pasado año, donde se recolectaron 30.000 toneladas.
Sin cifras exactas todavía para estimar el porcentaje total de producción que se puede perder en esta campaña, Chica advierte de que “si no llueve en las próximas semanas, no habrá producción” del espárrago plantado en secano.
La campaña del espárrago comienza en los últimos días de febrero y las primeras semanas de marzo y se prolonga gasta los últimos días de la primera quincena de junio.
Y en estas últimas semanas, el frío, acompañado de temperaturas bajo cero, ha hecho que la “poca producción” que había ya comenzado a salir se haya “perdido toda”.
A las bajas temperaturas le siguen los problemas derivados de la sequía que, en el caso de las plantaciones de regadío, pueden verse afectadas por las restricciones en el suministro de agua si no llueve en las próximas semanas, advierte Chica.
Salvar al mercado internacional
En torno al 60 % del espárrago que se produce en la provincia de Granada tiene como destino el mercado de centro Europa, en concreto Alemania es el principal demandante y le siguen Francia y Bélgica.
El “importante trabajo de promoción y comercialización” que se ha hecho, según defiende el secretario general, para colocar este producto en los lineales internacionales, se puede ver ahora afectado por la reducción de su producción.
“El hecho de que haya ahora menos producción y no se pueda atender a los clientes, preocupa al sector“, indica para advertir de que estos países pueden buscar a otros productores como los latinoamericanos.
Falta de mano de obra
La falta de mano de obra es una situación con la que los productores de espárrago y, en general el sector primario, se encuentran de “forma reiterada” y para la que la organización ha puesto este año una solución.
La iniciativa consiste en un plan piloto por el que, con la colaboración de UPA Huelva, contratarán en origen a 150 personas de Marruecos para suplir la falta de mano de obra que sufre el campo.
La plantación del espárrago “toca techo”
Y otro de los problemas añadidos con los que se encuentran los productores de espárrago es con la rotación que esta hortaliza demanda para su cultivo.
Según explica Chica, la garra, es decir, la parte de la hortaliza que queda bajo tierra, está fijada al terreno en torno a seis y siete años; después de ese periodo “hay que levantarla” porque se queda improductiva.
No obstante, los agricultores no pueden plantar en la misma superficie de nuevo, lo que propicia que haya que “buscar un lugar que no haya tenido cultivo de espárrago”.
“El problema es que la tierra es finita y limitada”, declara Chica a la vez que confirma un descenso en la permanencia de esa parte del espárrago que se encuentra en la tierra: “la garra al suelo cada vez es menor, hace 15 años teníamos variedades que podían estar produciendo entorno a 12, 14 o 15 años.
Una cantidad que ha disminuido en la actualidad hasta los seis o siete años y que hace los productores hayan “tocado techo” a la hora de encontrar explotaciones para cultivar.