Incertidumbre
El desconcierto protagonizó la pasada campaña de brócoli en Murcia. Comenzó con producto suficiente y un precio más bajo que la anterior, sin embargo, terminó con escasez y unos precios más elevados de lo habitual. La climatología es la responsable de estas fluctuaciones. Esta campaña de invierno parece que no va a dejar atrás esta incertidumbre, así lo ratifican desde el departamento de Exportación de Hortiberia, “este sector por naturaleza es muy incierto, ya que no solo nos afecta el cambio climático, también se une el incremento de los precios ocasionado por la deslocalización del cultivo, lo que hace que el mercado no sea muy estable”.
El traslado de la producción de brócoli a otras zonas es una realidad. Aunque se vea como una alternativa, no deja de ser un “riesgo que están asumiendo los productores, ya que el brócoli se está cultivando en zonas altas y de interior en las que el frío puede ocasionar daños”, afirman.
Mayor rusticidad
El papel que están jugando las casas de semillas en este contexto está siendo fundamental para encontrar la viabilidad del cultivo, “están desarrollando variedades que necesitan menos recursos hídricos, con resistencia a plagas, adaptadas para ser cultivadas en otras zonas”.
La distribución también parece que aporta su grano de arena, “los retailers están fomentando mayor comunicación con el productor”, porque, “son conscientes de que la tendencia de consumo de alimentos saludables está creciendo y la demanda de brócoli sigue en auge”, pero, hay que tener en cuenta que dicha predisposición a la compra de verduras no asegura la compra de esta brásica si sube mucho su precio. “Todo tiene un límite” y “el consumidor buscará un sustituto vegetal, o directamente se dirigirá al congelado”, el cual, “también aumentará el precio”.