«El control de la calidad es máximo, especialmente en esta campaña»
La empresa familiar especializada en el cultivo y comercialización de fresa Tasemar afronta una temporada con incidencias climatológicas y altos costes de producción.
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En un sector tan competitivo como el de las berries, no se puede confiar solo en la fidelidad que los clientes pueden demostrar en sus proveedores año tras año, sino que hay controlar cada proceso para obtener la mejor fruta. Por ello, en la búsqueda de la máxima calidad, Tasemar apuesta cada año por diferentes variedades que se adapten a las necesidades que ellos requieren, especialmente en lo que a comercialización se refiere, y por no “jugárnoslo todo a una carta”. “El año pasado probamos una cuyo calibre se nos quedaba pequeño para nuestra tipología de formatos, orientados al mercado mayorista francés”, explica Ana Pérez, gerente de Tasemar.
De momento, las variedades se están comportando bien, pero la climatología no está favoreciendo el buen desarrollo del cultivo. El frío y la lluvia han provocado una mayor necesidad de mano de obra, más cantidad de mermas y menos volumen. Sin embargo, desde Tasemar esperan que la llegada del grueso de la producción, unida a buenas temperaturas en destino, mejoren la evolución de la campaña.
El año pasado, en Tasemar se vieron obligados a abandonar hasta un 30% de las plantaciones por falta de personal
Un ejercicio que, al menos, no tiene por el momento falta de mano de obra, algo que sucedió en el anterior, cuando no pudieron llegar los contingentes de personal marroquí por la pandemia. En Tasemar se vieron obligados a abandonar hasta un 30% de las plantaciones. Pese a esa falta de personal, el miedo al contagio del virus y la caída de la demanda al inicio del confinamiento, en la entidad lograron superar la temporada.