La organización francesa Pour Nourrir Demain ha realizado ha realizado un estudio para preveer el comportamiento del consumidor una vez pasa la crisis del coronavirus. Para ello, reunió a una veintena de empresas de alimentación, entre las que se encuentran D’aucy, Perle du Nord, Arterris y St Mamet, y publicó el 2 de junio un informe sobre la emergencia de una «Generación Covid». En este informe la organización identificó cinco fenómenos que marcarán la forma en la que comprarán los franceses en la «nueva normalidad».
Un regreso a lo básico
Durante el confinamiento, los franceses optaron por una alimentación sana basada en productos básicos esenciales sencillos de utilizar y de origen fiable. Prefieren los productos con etiquetado claro, marcas que trasladen confianza y seguridad en cuanto a medidas de higiene. Durante el confinamiento priorizaron las frutas y hortalizas frescas, así como los productos poco elaborados como las hortalizas enlatadas, y es probable que esta tendencia continúe después de la crisis.
El miedo a la enfermedad
El temor de la población al coronavirus sigue latente y esto se ha visto trasladado a la hora de hacer de la compra. Se ha generado cierta desconfianza en los productos alimenticios, sobre todo en la manipulación y los lugares en los que se almacenan. El miedo ha provocado que los franceses elijan el producto envuelto en plástico antes que el que se encuentra expuesto. La venta a granel estará suprimida sin fecha de vuelta, por un temor a un nuevo rebrote. Además, este comportamiento de desconfianza no se atenuará hasta pasado un tiempo del final de la epidemia.
El súper, lo más cerca posible
«Las opciones de suministro de alimentos de los franceses después del confinamiento seguirán en la misma línea: anteponer lo digital para ahorrar tiempo, lo local para reforzar la economía y la proximidad para reforzar el nexo de correspondencia», estiman los fundadores de Pour Nourrir Demain, Marion Mashhady y Sylvain Zaffaroni.
Según una encuesta de AMC Global, el 38% de los consumidores anuncian para el post-confinamiento una voluntad real de apoyar a los negocios locales en el futuro y el 40% planea reducir su presupuesto en restaurantes y bares para anteponer las comidas caseras. «A partir de ahora, los consumidores estarán más a favor de un producto local que de uno que venga de lejos. En caso de una nueva crisis, no habrá tanto riesgo de escasez si el suministro viene del interior», añaden en el estudio.
En esta misma línea, los franceses han valorado positivamente la respuesta a la crisis del sector agroalimentario y su capacidad de abastecimiento. Tomamos como ejemplo la empresa Perle du Nord, empresa de ensaladas elaboradas, la cuarta verdura más consumida en Francia. Durante el período de confinamiento, la marca reforzó su relación con los consumidores finales asegurando un suministro regular a los supermercados, y centró su estrategia en la tranquilidad para el cliente.
Lo orgánico como opción más segura
Para muchos, los pesticidas son sinónimo de enfermedad, así que parece establecerse un paralelismo con el covid19. Al comer alimentos locales y orgánicos, parte de la población francesa piensa que se está protegiendo a sí misma. Según Nielsen ScanTrack, el consumo de productos orgánicos ha registrado fuertes aumentos durante el período de confinamiento.
El precio cobra importancia
Según un estudio de PwC France, el 43% de los encuestados dijo que el precio será el principal criterio para decidir sobre sus compras de alimentos después del confinamiento. Y según un estudio de OpinionWay para la web Vos Travaux Eco, el 77% de los encuestados están preocupados por su poder adquisitivo. «Los que no tienen el poder adquisitivo necesario volverán a los productos más básicos, favoreciendo los productos locales en la medida de lo posible, pero mirando ante todo el precio.»