En general, el año ha transcurrido con una climatología seca, con pocas lluvias y, aunque no han existido periodos prolongados de elevadas temperaturas durante el verano, las altas temperaturas diurnas y la baja humedad registrada durante los meses de abril y mayo de 2019, afectaron negativamente al periodo de floración y con ello a la producción del cultivo. A esto se une que muchas plantaciones citrícolas andaluzas vienen con el desgaste acumulado como consecuencia de una mayor prolongación de la carga de fruta en el árbol durante la campaña 2018/19, causada por una bajada continua de las cotizaciones medias en el mercado durante la misma.
Como resultado, ha habido un menor volumen de producción en la campaña 2019/20 y un menor calibre de la fruta en algunos casos. Por otro lado, en determinadas zonas de producción más cálidas, el inicio de campaña se vio marcado por la ausencia de humedad y de contraste térmico durante las noches, afectando de forma directa al envero de la fruta y teniendo como resultado un retraso en el comienzo de la campaña, que provocó un solape continuo de variedades en el resto de la campaña.
Con todo ello, las cotizaciones medias de los cítricos en el inicio de la campaña 2019/20, en el mes de octubre de 2019, parecían mejorar ligeramente los bajos precios alcanzados en la campaña anterior, aunque la presencia aún en el mercado de cítricos procedentes de ultramar -como Suráfrica– y la ausencia de bajas temperaturas, responsables de un mayor consumo de cítricos entre los consumidores finales, no dejaban despegar la campaña andaluza. En cuanto al mercado de zumo, cada vez más importante en Andalucía, destacar la parada debida a la carga de zumo en tanques almacenado en la campaña previa, así como la comercialización y entrada de zumo concentrado procedente de los países reconocidos como mayores productores de zumo a nivel mundial: Brasil, Estados Unidos y México.
Sin embargo, el aumento de la demanda mundial de cítricos a partir del mes de marzo de 2020, motivado por la crisis sanitaria del COVID 19 que afectaba al país; las reconocidas características saludables de esta fruta y la menor producción de cítricos; provocó un aumento de las cotizaciones medias de los cítricos andaluces, así como el adelanto del final de la campaña de la naranja y la mandarina. Todo ello, ocasionó también un efecto llamada para los productores de cítricos del hemisferio Sur, quienes adelantaron el inicio de su campaña hasta en un mes, repercutiendo negativamente en la comercialización y las cotizaciones medias del limón andaluz, el cual aún no había finalizado su campaña cuando dichos países comenzaron a vender sus cítricos en la unión europea.
Según los datos del panel de detallistas de NIELSEN, el consumo de cítricos en los meses previos al estado de Alarma, enero y febrero de 2020, fue un 3% inferior al volumen consumido en los mismos meses del año anterior. Sin embargo, esta tendencia se invirtió en los meses de marzo, abril y mayo de 2020, cuando el consumo de cítricos aumentó hasta superar en un 34% al consumo registrado en los mismos meses de 2019, destacando el aumento del 53% durante el mes de abril. Sin embargo, en los meses de junio y julio de 2020 el consumo fue un 22,5% inferior al alcanzado en el mismo periodo de 2019.
Fuente: Observatorio de Precios de Andalucía