El consumidor paga a 6,32 €/kg de cereza, el agricultor cobra 0,81 €
El clima, la previsión de cosecha, la calidad de la fruta y toda una cadena de eslabones en la que no todos ganan son los motivos que aparentemente explican cómo los precios de las frutas y verduras se llegaron a quintuplicar el pasado mes de junio.
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“Se utiliza cualquier excusa para bajar los precios en origen”, señala Francisco Ponce, fruticultor de la comarca de Calatayud y miembro de la Comisión Ejecutiva de UAGA. Que si el pasado mes de junio no ha hecho calor y unas bajas temperaturas y las constantes lluvias no han animado al consumo de fruta. Que si el pedrisco y las tormentas ha provocado que las primeras producciones al llegar al mercado no tuvieran suficiente calidad. Son los ‘motivos’ que aducen los compradores a los productores aragoneses, explica Ponce que detalla que la fruta pasa por distintas manos desde su salida de la explotación frutícola hasta el hogar del consumidor que podrían explicar su encarecimiento, pero “no tan elevado”.
Incluso desde el Ministerio de Agricultura han reconocido que los precios de la fruta de hueso, que comenzaron la campaña en un buen nivel, han comenzado a bajar ante el “incremento progresivo de la oferta, problemas de calidad relacionados con adversidades meteorológicas de última hora y la mayor presencia de melón y sandía en los mercados, que podrían entrar en competencia”, según recoge el último informe de precios nacionales agrícolas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación relativos al albaricoque, cereza, ciruela y melocotón relativo a la última semana de mayo y primera de junio. De hecho, el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda, ha reconocido que las cotizaciones de la fruta de verano, actualmente en plena campaña, “no son buenas”, ha insistido en que de su evolución en las próximas semanas tendrán mucho que ver las condiciones climatológicas, tanto en España como en Centroeuropa y ha advertido que dado que el Departamento que lidera Luis Planas se mantendrán muy “vigilante” con la evolución de estas cotizaciones.
Ya estamos como siempre, invasión de «bocachanclas» sin ningún conocimiento. Si partimos de la base de que hay decenas de variedades de cerezas y al menos 4 o 5 tamaños diferentes, ¿cómo se puede dar un solo precio? Depende lo que compres y donde lo compres. Yo compré el otro día cerezas picotas «lapin» buenas en Alcampo a 2,38 el kg., pero si las compras en El Corte Inglés te cuestan 5-6 €. Con frecuencia veo en comercios cajas de picotas de 2 kg a 2 y 2,5 € la caja y no hay que olvidar que hay gastos de almacén, recogida, embalaje, transporte y eso también vale dinero y hay que repercutirlo. Las cerezas que le pagan al agricultor a 0,81 € no son las mismas que se venden al público a 6 y 7 @. Basta ya de atacar a este gremio sin saber de lo que se habla.